La salud del mercado de trabajo se sigue deteriorando en Aragón cinco años después del comienzo de la crisis. Su persistencia y la falta de confianza en el futuro más cercano disuade a las empresas de crear empleo estable, lo que provoca que la precariedad laboral continúe campando a sus anchas. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la comunidad ha perdido en los últimos cuatros años en torno a 30.000 trabajadores fijos. En concreto, Aragón contabilizó durante el 2009 una media de 360.000 asalariados con contrato indefinido, mientras que en el 2013 la cifra bajó a los 328.000.

Si se bucea en los datos concretos de cada trimestre, la situación aún es más alarmante: la última EPA publicada por el INE a finales de octubre del año pasado fijó en 322.300 el número de empleados fijos, mientras que en el mismo trimestre del 2009 la cifra alcanzaba los 358.900. A mediados del 2008, la comunidad registró su récord de asalariados indefinidos con más de 380.000. Un declive que deja bien a las claras que la inestabilidad laboral se ha enquistado en el mercado de trabajo aragonés.

Los sindicatos aseguran que la explicación es sencilla: "Los empleados que han perdido su puesto o que se han jubilado son sustituidos por trabajadores temporales o, directamente, las plazas han quedado vacantes", subrayan desde CCOO. Así, el sindicato lamenta que la contratación indefinida ha caído a mínimos históricos: en el 2007 se firmaron 62.685 contratos fijos en la comunidad, mientras que en los últimos años la media anual no supera los 32.000.

A PIE DE CALLE No hay más que entrar en los portales de empleo o visitar alguna ETT para darse cuenta de la realidad. El pasado 4 de enero una conocida web ofertaba cinco puestos en Zaragoza para descargar mercancía en una cadena textil los miércoles y domingos por la noche. Ya hay más de 1.700 personas inscritas. En otro portal una empresa requería a un técnico de imagen y sonido para verificar las devoluciones de sus productos. Ofrecía un "contrato temporal de 15 días con posibilidad de renovación" y un horario de cuatro/cinco horas diarias.

Una situación que es muy similar en todos los sectores. "Las empresas del automóvil, por ejemplo, no se quieren arriesgar a hacer contratos más largos hasta que no haya estabilidad en sus producciones, por eso van prorrogando a los trabajadores mes a mes", reconocieron desde la agencia Forsel Grupo Norte.