El sector de la enseñanza concertada en Aragón afronta hoy una jornada histórica que supondrá el inicio de una enconada batalla. Patronal, profesores, familias y alumnos salen a la calle hoy de forma conjunta para manifestarse en Zaragoza contra el cierre de aulas acordado entre PSOE y Podemos como condición para rubricar los presupuestos de la comunidad y que, a expensas de que la comisión de conciertos lo confirme mañana miércoles, afectará a casi una decena de clases de estos centros -en el acuerdo se establece la no renovación de hasta 28-. Las previsiones hablan de una movilización «multitudinaria», según indicaron ayer las organizaciones convocantes. Lo será. De hecho, está prevista la llegada de 14 autobuses de fuera de la capital aragonesa.

Están llamados a la protesta alrededor de 52.000 alumnos, 4.000 profesores, 110 centros y alrededor de 35.000 familias. Todos ellos mostrarán su rechazo a una decisión adoptada antes de que se inicie el proceso de escolarización y, por consiguiente, sin conocer la demanda existente. Por eso, la concertada reiteró ayer que, como avanzó este diario, llegará hasta el final y adoptará medidas legales una vez que se oficialice la cantidad de clases cerradas. «La concertada es complementaria de la escuela pública, no subsidiaria», expuso Teresa Escorsa, de la Federación Cristiana de Asociaciones de Padres de Alumnos (Fecaparagón).

SIN CONFRONTACIÓN

En este sentido, el sector rechaza «cualquier confrontación» con la pública, según Miguel Ángel González, del sindicato USO. También huyen de la «guerra» en la que, según José Luis Sampériz, de la patronal Escuelas Católicas de Aragón, «nos quieren meter», en supuesta relación al informe publicado por CGT acusando a la concertada de segregar al alumnado por, según el sindicato, no escolarizar a niños con necesidades educativas especiales.

En la comparecencia previa a la manifestación, en la que también participaron la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE) y la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE), el sector subrayó que «nunca ha habido un problema entre la pública y la concertada en Aragón» y achacó el actual conflicto a «patrones políticos».

Los convocantes aseguran que con los datos de escolarización del curso actual «no existe ninguna razón objetiva» para no renovar los conciertos en el primer curso de educación Infantil «en el mismo número en el que actualmente están vigentes».

DIVERSIDAD

Sampériz recordó que los colegios que optaban a renovar conciertos en el proceso que se abre ahora (y que tiene lugar cada seis años) ya firmaron en enero unos anexos a su solicitud para garantizar que la enseñanza que prestan es totalmente gratuita y que se atienen de forma adecuada a los requerimientos de distribución «equitativa del alumnado con necesidades especiales». De hecho, aseguró que los datos hechos públicos recientemente por el sindicato CGT al respecto «no son ciertos», y emplazó al servicio de inspección educativa a hacer públicas las cifras «verdaderas» y a constituir una comisión para garantizar una distribución equitativa de estos escolares.

Los centros concertados, en este sentido, se enorgullecen de apostar «por una escuela inclusiva, siguiendo la misma normativa de admisión de alumnos que los centros públicos», y se considera «pionera» en la atención a la diversidad, realizándola por otro lado con una «evidente insuficiencia de medios».

Por todo ello, la concertada afronta hoy la que será, previsiblemente, la movilización más multitudinaria del sector en Aragón a lo largo de los últimos años. De hecho, en las últimas horas se han producido protestas de algunas familias a las que algún centro les habría comunicado la suspensión o reducción de la duración, hoy, de las actividades extraescolares con la intención de favorecer la mayor asistencia posible a la manifestación, que, con los lemas Libertad, No al cierre de la concertada o la educación se elige, entre otros, partirá a las 18.30 horas de la plaza de Aragón y llegará hasta el edificio Pignatelli, sede del Gobierno de Aragón, ante el que se leerá un manifiesto.