El nombramiento de Teresa Ribera como ministra de Transición Energética y Medio Ambiente lleva la firma directa de Cristina Narbona, la ministra socialista que derogó el trasvase y que paralizó prácticamente las grandes obras hidráulicas de la comunidad. Ambas comparten escuela en su defensa del Medio Ambiente y sus políticas sostenibles frente a las que defienden el hormigón y los regadíos exagerados. Por tanto, Ribera tendrá varios frentes en Aragón, con grandes pantanos reivindicados por regantes y grandes partidos, el PSOE aragonés entre ellos, y que son vistos con recelo por las gentes del territorio y entidades ecologistas. Todo está a punto para que se inicien las obras del pantano de Almudévar, pero la otra parte del sistema, Biscarrués, está pendiente de una nueva declaración de impacto ante los recelos de Bruselas por una obra que incumple normativas europeas pero que es una de las obras más demandadas en el Pacto del Agua por Riesgos del Alto Aragón, así como el PSOE y el PP. Lo mismo sucede con Mularroya y sigue la polémica con el embalse de Yesa. Todas ellas son obras controvertidas y el perfil de Ribera hace que, en principio, esta no tenga demasiado entusiasmo por ellas, a pesar de que están en la agenda política.

Ribera sabe que Aragón será una de las comunidades en las que tendrá que hilar más fino, por su sensibilidad en materia hidráulica y la contraposición de intereses. Deberá ser dialogante y tener mucha mano izquierda para una empresa que no se antoja fácil.

Sobre la mesa también se encontrará con una reivindicación de candente actualidad, como es la exigencia de la creación de un plan integral en la cuenca del Ebro que el Gobierno autonómico ha cifrado en 80 millones para paliar los efectos de las riadas, que cada vez llegan con más frecuencia. Además, ya es conocida su intención de «descarbonizar» el país, lo que puede enfrentarla a las Cuencas Mineras y al propio Gobierno de Aragón, que defiende que parte del consumo energértico sea a partir del carbón nacional. En cualquier caso, habrá qué ver qué tipo de ayudas establece para esa transición energética que apellida su ministerio, que será profundamente ecologista y tendrá, como objetivo principal, combatir el cambio climático. A. I.