Un hombre aceptó ayer en la Audiencia de Huesca ser condenado a penas que suman 3 años de prisión por abusar de dos hijastras menores de edad, tras descartarse los delitos de agresión sexual de los que estaba acusado inicialmente al entender que no hubo violencia ni intimidación.El acusado se enfrentaba inicialmente a penas solicitadas por la Fiscalía y la acusación particular que sumaban 23 años de cárcel por delitos de agresión sexual continuada, abusos y maltrato a las dos niñas.

El acuerdo alcanzado entre acusación particular y defensa, al que se adhirió la Fiscalía, modifica sustancialmente el relato inicial de hechos de las acusaciones para establecer que no hubo consentimiento por parte de las dos niñas en el momento de producirse los abusos, pero tampoco violencia.

En sus escritos iniciales, las acusaciones relataban que el procesado, tras casarse con la madre de las dos niñas, comenzó a abusar de una de ellas en el domicilio familiar, en una granja ubicada en una pequeña localidad de la provincia de Huesca.

En una de las ocasiones, en marzo del 2016, el acusado entró en el dormitorio de una de las niñas y le sometió a abusos sexuales no consentidos a pesar de que ella le pidió que le dejara. Las acusaciones también le responsabilizan de unos tocamientos a la hermana menor durante una jornada vacacional en la playa de Salou.

El acuerdo alcanzado entre las partes entiende que no hubo violencia ni intimidación en estas situaciones y tipifica los hechos como delitos de abusos. Además de la pena de 2 años de prisión por los abusos, acusaciones y defensa pactaron otros 16 meses más por dos delitos de maltrato, entre ellos a su mujer, y multa por otro de injurias de carácter leve.También contempla 5 años de libertad vigilada para el acusado y otros tantos de alejamiento de una de las niñas y 1 año y 6 meses de prohibición de acercarse a la otra.

El acusado, que deberá abonar una indemnización de 9.000 euros a las niñas por los daños morales causados, permanecía en prisión provisional desde que ocurrieron los hechos, por lo que no se descarta que su letrada pida su puesta en libertad.