La conflictividad laboral en las contratas municipales ha elevado el tono en las relaciones entre el Gobierno socialista de Zaragoza e Izquierda Unida, su habitual socio en muchas decisiones importantes de la ciudad, tanto que la fractura se ha escenificado por partida doble en las últimas 24 horas y en ambas con un denominador común: los observatorios municipales en los que recientemente el alcalde, Juan Alberto Belloch, le ha cedido la presidencia a concejales de la formación de izquierdas.

Ayer esta tensión política dio un paso más. Primero en el pulso entre el propio Belloch y el edil Raúl Ariza, que preside el Observatorio de la Contratación, por su asistencia a la manifestación de la plantilla de Parques y Jardines en la que se pedía su cese. El alcalde decidió "no cesarle de momento" a pesar de que admitió su malestar con esa decisión. A lo que el concejal de IU le replicó que su grupo "no pedirá tampoco su dimisión en el pleno por ahora", recordándole que "su partido gobierna solo con diez concejales".

CRISPACIÓN Un clima crispado al que contribuyó también la responsable de Servicios Públicos, Carmen Dueso, dándole un duro revés a todas las propuestas que el concejal Pablo Muñoz, de IU, anunció esta semana como presidente del Observatorio de la Bicicleta. Verbalizó esta fractura asegurando en comisión que ni las bicis se saltarán semáforos en rojo, ni se instalarán semáforos en ámbar en toda la ciudad, ni otro tipo de señales. Además, no dudó en lanzarle públicamente duros reproches. "Es una cuestión de formas. Hay gente que sabe estar y otra que no", indicó.

A Dueso no le sentó bien, como ella misma reconoció, que Muñoz hiciera públicas sus propuestas a la prensa antes de la celebración del observatorio, el pasado miércoles. Ni tampoco que todavía no le haya llegado el acta de la reunión. Y echó atrás las propuestas que Muñoz había ido desgranando en los días previos en su estreno como presidente del observatorio.

"De ninguna manera las bicicletas pueden saltarse semáforos en rojo", aseguró Dueso. "He oído también la propuesta de poner semáforos en ámbar", aseveró, pero detalló que su coste "desmedido", de más de millón y medio de euros, hace que "nunca" se vayan a implantar. Y también echó atrás la opción de poner señales junto a los semáforos porque "va contra el código de circulación", ya que prevalece siempre el semáforo.

"La última que he oído ha sido la de crear un barrio slow. Tiene nombre innovador porque está en inglés, pero solo eso. Zaragoza ya es una ciudad pacificada con las calles 30. Las bicicletas saben por dónde tienen que ir y todas las obras que se hacen tratan de ensanchar las aceras. No es que se trate de una iniciativa muy audaz", aseguró tras insistir en que ha conocido todas estas propuestas por la prensa.

COMO CELA "Me hubiera gustado no enterarme de estas propuestas por los medios. Por una cuestión de respeto. Y sé que a algunos miembros del observatorio les ha pasado lo mismo. Es una cuestión de formas, hay gente que sabe estar y otra que no", aseguró Dueso, que aclaró que su malestar no es con el grupo municipal de IU, pero "sí tengo queja con el presidente del observatorio".

Las manifestaciones públicas de Dueso en la comisión hicieron que Ariza saltase también. "Si hubieran ido como PSOE al observatorio igual podría saber lo que allí se habló. Y tal vez si tiene un poco de paciencia le llegará un acta. También me gusta el lenguaje y me manejo mejor en castellano porque lo entiendo mejor. Y como dijo Camilo José Cela, no sé lo mismo estar jodido que estar jodiendo", indicó.