Impulsar la sociedad de la información, desarrollar la Ley de Ciencia y poner en marcha un segundo plan de investigación para solucionar el claro déficit que Aragón tiene en este ámbito. Son algunos de los retos que Maite Verde marcó para su departamento, de nueva creación, cuando asumió su cargo como consejera, en mes de julio del 2003. Hoy, las promesas quedan pendientes. Ha sido un difícil inicio para un departamento de nueva creación, cuyas líneas maestras están también por definir en muchos capítulos.

Esta es la herencia de Alberto Larraz al frente de la consejería que se estrenó con la segunda legislatura de Iglesias. Con un presupuesto mucho más reducido al que le tiene acostumbrado el macrodepartamento de Salud y Consumo, el nuevo responsable de Ciencia tendrá que asumir también otras propuestas que Verde puso sobre la mesa, entre ellas, un impulso total a los programas de spin-off , es decir, aquellos que permitan la creación de hasta un centenar de empresas a partir de hallazgos de los grupos de investigación.

Asimismo, el departamento tiene pendiente concluir el proceso de mejora de las condiciones de trabajo de los becarios, para evitar la fuga de cerebros . Además, tendrá que seguir trabajando en el modelo de universidad descentralizada que las Cortes aprobaron. En esta capítulo, sigue abierta la demanda de creación de un campus en Calatayud que, de momento, no figuraba dentro de los planes del Gobierno de Aragón.