El Ayuntamiento de Zaragoza proyecta emitir deuda propia en cuanto su situación económica se lo permita, como hizo en su día la DGA. Así lo confirmó ayer el responsable de las finanzas municipales, Alberto Lafuente, quien pretende conseguir una nueva vía de captación de fondos más barata que la de los créditos bancarios con los que funciona ahora el consistorio.

La contratación externa de un estudio de reequilibrio financiero a tres años, anunciada esta semana y muy contestada por el PP desde la oposición, supone también el primer paso para poder acudir al mercado internacional de bonos, que exige una evaluación independiente de la salud monetaria municipal.

Lafuente precisó que la revisión de cuentas por parte de una entidad ajena al ayuntamiento se utilizará, como dijo el alcalde, como aval ante el Ministerio de Economía y Hacienda, que por ley controlará el plan de recuperación financiera. Explicó, sin embargo, que el documento podrá utilizarse también en una solicitud oficial del consistorio para la clasificación de riesgos que funciona en los mercados internacionales.

Emitir deuda pública en forma de bonos y colocarla en los medios financieros requiere contar con la citada clasificación de riesgos, realizada en exclusiva las agencias Moody´s y Standars & Poors.

Lafuente precisó que la evaluación interna de la que dispone el consistorio resulta operativa de puertas adentro, pero no puede utilizarse para conseguir una calificación solvente en el ranking financiero internacional.

El responsable de la economía municipal precisó que el estudio que encargará el consistorio y por el que pagará 60.000 euros "no es una auditoría, sino un plan de reequilibrio financiero a tres años". Aun así, consideró lógico que Zaragoza siguiera el ejemplo de los ayuntamientos de las grandes ciudades españolas, que encargan el control de su situación financiera a empresas externas independientes.

El de Barcelona, explicó, "ha gastado 1,8 millones de euros (300 millones de pesetas) en contratar una auditoría externa durante tres años".

Este mismo consistorio catalán es uno de los ayuntamientos que ha optado por poner en el mercado bonos propios, que pueden interesar a grandes inversores, compañías de seguros o gestores de fondos de pensiones. El Ayuntamiento de San Sebastián, añadió Lafuente, ha solicitado ya su clasificación de riesgos a las agencias de rating con la intención también de emitir deuda.

En el caso de Zaragoza, el lanzamiento de bonos para obtener fondos a bajo precio no podrá ser una operación inmediata, pero Lafuente quiere ponerla en marcha en cuanto funcione.el plan de saneamiento económico.

A pesar de la actual situación negativa, se han recibido ya propuestas firmes de bancos internacionales para preparar una operación de deuda propia, que por el momento no han recibido una respuesta positiva.