La Unión de Consumidores de Aragón (UCA Aragón), y la Federación de Asociaciones de los Barrios de Zaragoza (FABZ), ponen en marcha la campaña Stop a la pérdida de calidad de los servicios financieros, motivada por el cierre de oficinas bancarias y la modificación de servicios, como la supresión de la atención en caja, la limitación de los horarios o el pago de los recibos. Las continuas quejas de los clientes individuales se convertirían en una demanda colectiva a través de diferentes acciones.

La principal comprende un formulario de reclamación que los ciudadanos deben hacer llegar a la UCA, quien lo pone a disposición en diferentes entidades, como la Dirección General de Protección de los Consumidores y Usuarios y las oficinas de defensa del cliente de los bancos. También se pretende tratar el problema con las diputaciones provinciales, ya que «una de las cosas más sangrantes es la desaparición de las oficinas en el sector rural; 413 municipios se han quedado sin ninguna oficina en Aragón», comenta José Ángel Oliván, secretario general de UCA Aragón. Además de transmitir su preocupación al Justicia de Aragón y al Ministerio de Consumo, porque entienden que «son organismos que deben vigilar a los bancos».

La colaboración con la FABZ pretende alcanzar la movilización social. Por ello se lleva a cabo una presentación en diferentes barrios de Zaragoza. «Creemos que es necesario un cambio de actitud claro del sistema bancario. No se puede usar tu dinero para que no puedas disponer de él», defiende Manuel Arnal, de la FABZ. También se llevará la campaña fuera de la capital y se planteará la cuestión el 5 de marzo en la Cincomarzada, en el parque del Tío Jorge, y el 15 con motivo del Día del Consumidor.

Los impulsores de la campaña consideran que la respuesta del sector bancario es insuficiente, ya que apela al servicio en internet, al que algunos ciudadanos no pueden acceder. «Esto afecta a colectivos especialmente vulnerables, como son las personas mayores y los discapacitados. Y la brecha digital es, en muchas ocasiones, insalvable», explicó Fernanda Blanco, presidenta de UCA Aragón.

El deterioro del servicio y la clausura de oficinas provocan la destrucción de empleo en el sector bancario de Aragón, donde se ha producido el cierre de 792 sucursales desde finales del año 2008. En toda la comunidad se han perdido 3.336 puestos en diez años, a lo que se suma el ERE de Ibercaja, según el que se destruirán 550 empleos.

LOS SINDICATOS DE IBERCAJA LAMENTAN LA FALTA DE INFORMACIÓN

El comité y la dirección de Ibercaja volvieron a reunirse ayer con motivo del expediente de regulación de empleo (ERE) planteado por la entidad, que afectará a 550 empleados y supondrá el cierre de 160 oficinas. El encuentro, que se enmarca en el periodo previo a la negociación formal del ajuste laboral, no aportó grandes novedades, a juicio de los sindicatos, que lamentaron la falta de información ofrecida hasta ahora por el banco aragonés para justificar las causas del recorte.