Los vecinos de Cortes, que el pasado martes sufrieron de forma especial las inundaciones que afectaron a la zona suroriental de la Ribera de Navarra, comenzaron ayer a recobrar la normalidad como consecuencia de las labores que desde entonces han coordinado medio centenar de técnicos y empleados del Gobierno foral.

Según precisó el Ejecutivo navarro, ayer al mediodía todos los vecinos volvieron a sus domicilios, salvo los habitantes de seis inmuebles que se han declarado en ruina. Todos ellos cuentan con luz, gas y agua. Las grúas se han llevado ya los coches arrastrados por las aguas y las cisternas de agua llenaron los depósitos municipales para que los vecinos pudieran continuar con la limpieza, manguera en mano, de sus hogares y calles.

Los camiones de la basura, además de reponer contenedores, comenzaron igualmente a llevarse la basura ordinaria y la extraordinaria, la conformada por decenas de muebles, enseres y electrodomésticos que quedaron inservibles; y las brigadas de limpieza comenzaron la labor de que las calles de Cortes recuperasen su estado habitual.

Para la puesta en marcha de todas estas labores "ha sido imprescindible", según dichas fuentes, el trabajo que medio centenar de empleados del Gobierno de Navarra ha desarrollado durante las últimas horas en esta localidad, junto a los técnicos y corporativos municipales. Todavía no es posible calibrar las pérdidas en las cosechas.