Es un dato duro. Si no fuera por el covid-19, más de un millar de aragoneses, 1.192 exactamente, no figurarían en el balance provisional de mortalidad que ayer hizo público el Instituto Nacional de Estadística (INE). Se trata de un cálculo aproximado, susceptible de puntualizaciones, sumas y restas, pero que arroja luz sobre las consecuencias del pandemia en la comunidad.

Y esas mil personas largas representan, según el mismo cómputo oficial, un incremento del 20,38% en la mortalidad registrada en Aragón durante las 21 primeras semanas del 2020, respecto al mismo periodo del año pasado.

Si se compara el periodo del coronavirus del 2020 con el mismo plazo del 2019, es decir, de la semana número 9 a la 21, resulta que este año han muerto 1.154 aragoneses y aragonesas más que el pasado.

Se mire como se mire, es un aumento brutal y que, en principio, va más allá de las 870 víctimas mortales recogidas hasta la fecha por las cifras facilitadas por el Gobierno de Aragón, una muestra más de la inexactitud de las estadísticas que manejan los responsables de Sanidad tanto en Madrid como en Zaragoza.

Siguiendo con los números sobre defunciones del INE, desde el 1 de enero hasta el 24 de mayo, han muerto en las tres provincias 7.039 personas, frente a las 5.848 que lo hicieron en el 2019, dentro de las mismas fechas.

Llama a atención que hombres y mujeres están prácticamente empatados, con una ligera ventaja para las segundas, que representan el 50,25% de las muertes, con 3.575 personas de sexo femenino.

Días fatídicos

Por otro lado, el INE desvela que la semana número 14 del año, la comprendida entre el 30 de marzo y el 5 de abril fue la que registró, tanto en Aragón como en el conjunto de España. Se puede decir que en esas fechas, tras 15 días de confinamiento estricto, se produjo el famoso pico de la pandemia, con 577 fallecimientos.

Ni que decir tiene que esa cifra recoge todas las causas de muerte, porque la clave del problema radica en distinguir las defunciones por coronavirus del resto, agrupando todos los decesos debidos al coronavirus como agente principal.

La evolución de la cifra de muertes es muy significativa. A partir de la semana número 10, aproximadamente, se llegó a los tres centenares de muertos, para pasar a los 400 a partir de la número 13, en la que se produjo una brusca curva ascendente, con 492 fallecidos.

De allí, en el momento culminante de la enfermedad, se saltó a los 577 citados de la semana 14, momento a partir del cual se baja, sucesivamente, a 523, 444, 314, 313 y 310, ya en la semana 19, a principios de mayo. Desde entonces el descenso se hace más acusado.

28 más en Huesca

No acaban ahí las sorpresas del informe del Instituto Nacional de Estadística, que al desglosar las cifras por provincias muestra que en la de Huesca han muerto 28 personas más, totalizando 1.074 en el 2020, frente a las 1.046 del 2019.

Resulta curioso que Teruel, con una población inferior a la del territorio oscense y una elevada tasa de envejecimiento arroja 152 muertes más, 874 en lugar de 722. Más esperable es el resultado de Zaragoza, que encabeza claramente la triste estadística con 1.012 muertes más, 5.092 en las primeras 21 semanas de este año, mientras que en igual periodo del pasado año fueron 4.080 los zaragozanos fallecidos.

La divisoria de sexos se ajusta al guion totalmente. La letalidad se incrementa a un ritmo sostenido y fuerte a partir de los 60 años, como en toda España, lo cierto es que aparecen datos.

Es un dato empírico que los nonagenarios son, con creces, el grupo de edad más golpeado por el covid-19, según el principio establecido de que cuantos más años se tienen más probable es contagiarse y no superar la enfermedad.

Nonagenarios

En el caso de las mujeres de 90 y más años, en el periodo de referencia del 2020 han muerto 1.428 de todas las causas, mientras que un año antes fueron 1.117. En lo que atañe a los hombres, debido a que llegan más difícilmente a tan avanzada edad, el número de muertos ha sido mucho menos, de 730 este año y 648 el pasado, sin especificar causa. Ambos sexos suman este año 2.158 fallecimientos, muy por encima, en términos absolutos, de los 1.765 de los primeros cinco meses del 2019.

Por otro lado, en el conjunto de España, el número estimado de defunciones en España durante las 21 primeras semanas del 2020 (hasta el 24 de mayo), asciende a 225.930 personas, lo que supone un aumento del 24,1% (43.945 más) respecto al mismo periodo del año anterior.

Por comunidades, los mayores aumentos en ese periodo se dan en la Comunidad de Madrid (72,7%), Castilla- La Mancha (58,0%) y Cataluña (41,0%). Por el contrario, los menores incrementos se observan en las Islas Baleares (0,5%) y Región de Murcia (1,1%).

Como ha quedado apuntado, la semana del año 2020 con mayor número de defunciones fue la 14, que va del 30 de marzo al 5 de abril, con 20.575 personas fallecidas, un 154,6% más que en la misma semana de 2019.

El número de defunciones en la semana 21 (que abarca del 18 al 24 de mayo), se calcula en 7.470 personas, cifra similar a las 7.429 de la misma semana de 2019, lo que muestra una aparente pérdida de fuerza de la pandemia.