Las pruebas extraordinarias --exámenes de recuperación para los alumnos con asignaturas pendientes de aprobar de la convocatoria de junio-- de Secundaria se inician hoy en Aragón con serios "trastornos" para los centros educativos debido a la falta de interinos, que no se incorporarán, en su mayoría, hasta dos días antes del inicio del curso. Como viene siendo habitual en los últimos años, la tardía contratación de este colectivo aboca a los profesores titulares a hacerse cargo, en muchos casos, de la elaboración y corrección de la prueba.

Los problemas surgen, principalmente, en los centros rurales, como es el caso del instituto Conde Aranda, en Alagón. "Los chavales tendrán que ser examinados, de nuevo, por profesores distintos a los que tuvieron el curso pasado aunque algunos interinos han dejado preparadas las pruebas, pero, en todo caso, se carga a estos docentes titulares con las pertinentes correcciones, algo que, desde luego, no es lo idóneo a principios de curso y con la carga de trabajo que existe", advirtieron desde el equipo directivo del centro, cuyo personal es interino en un 15%.

En todo caso, y por segundo año consecutivo, el Departamento de Educación ha habilitado la contratación de interinos para cinco días para cubrir plazas en departamentos que no dispongan de un docente titular. "Nosotros tendremos una profesora contratada exclusivamente para los exámenes", admiten desde el Conde Aranda y desde el Miguel Catalán, en la capital aragonesa. "Nosotros no somos de los más afectados", reconocen desde el instituto zaragozano. Tampoco lo será el Jerónimo Zurita, cuya plantilla está integrada mayoritariamente por profesores titulares.

Más dificultades prevé el equipo directivo del Elaios, que cuenta con un 25% de personal interino. "Los titulares tendrán que corregir las pruebas, asistir a reuniones de evaluación y otros trastornos a los que, lamentablemente, estamos acostumbrados pero que no son lo más recomendable", indicaron desde el instituto.

Mientras, el cambio de profesorado encargado de las pruebas sigue provocando el malestar de las familias, que consideran que la medida de la Administración "no garantiza la evaluación continua" debido a la tardía incorporación de los docentes interinos.