El temporal de lluvia y, en algunos puntos, de nieve que está antecediendo a la llegada de la cuarta borrasca del año provocó incidentes en diversos puntos de la comunidad a lo largo de la jornada de ayer. En este contexto, el Gobierno de Aragón decidió activar el nivel 1 de emergencia del Plan Territorial de Protección Civil (Platear).

Se trata de unos intensos días de agua en pleno mes de abril que propician las crecidas de algunos ríos que discurren por el territorio y que vuelven la situación más peliaguda. Precisamente, la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) anunció ayer un episodio de crecidas generalizadas en la cuenca de este río a causa de las lluvias ya registradas y la previsión de nuevas precipitaciones, aunque advirtieron del «alto grado de incertidumbre de esta predicción», a la espera de conocer cómo se han ido desarrollando las precipitaciones desde ayer y se puedan precisar las zonas donde se registren los mayores acumulados.

Unas lluvias que arrojaban ayer datos fuera de lo común en algunos puntos de Aragón. Por ejemplo, en Zaragoza capital, el valor acumulado de precipitaciones a estas alturas de mes, de unos 80 litros por metro cuadrado, ya duplica la media que corresponde a este parámetro en abril, de 40 litros.

Entre las situaciones más comprometidas que se dieron, cabe enumerar los diversos cortes de carretera por las intensas nevadas que cayeron y que provocaron una situación caótica en la autovía A-23 a la altura de Paniza, con el corte de la vía durante varias horas o las incidencias que se vivieron en el Pirineo. Pero las carreteras no fueron las únicas vías en verse afectadas por el temporal, ya que las líneas del AVE sufrieron retrasos en Aragón a causa de la nieve.

Debido a ambos fenómenos también se quedaron sin clase cerca de 400 alumnos aragoneses, que no pudieron llegar a sus centros porque las rutas de sus autobuses se vieron afectadas por las inclemencias del tiempo.

Además, algunos ríos llegaron a desbordarse, como el Arba en Ejea de los Caballeros, y las crecidas obligaron a tomar medidas de seguridad en algunas localidades como Zaragoza. También se desalojaron algunas urbanizaciones por temor a la crecida a lo largo de la ribera del Gállego, como las de Torre Urzaiz, en Movera, o la de Peñaflor. En otros municipios de las Cinco Villas, como Luesia, han sido las intensas lluvias caídas en los últimos días las que provocaron el derrumbe de parte de la muralla del castillo.

También tuvieron lugar averías provocadas por la nieve en estaciones eléctricas, que dejaron sin luz a más de 4.000 vecinos de diversas localidades aragonesas, como Daroca, Luesia, Ojos Negros o Ateca.

En Zaragoza, las urbanizaciones Torre Urzaiz, en Movera, y El Soto de Peñaflor tuvieron que ser desalojadas ante la crecida del Ebro. «Ya es la cuarta o quinta vez que hay que evacuar la zona desde el año 2000», señaló ayer Laura, una residente afectada por la medida. «Nos han dicho que corríamos peligro y he decidido ir a vivir a casa de mi hijo hasta que vuelva la normalidad», explicó.

En Torre Urzaiz residen habitualmente unas 20 personas. Todas ellas tuvieron que dejar sus viviendas, al igual que otras 40 en la urbanización de Peñaflor.

Además, los bomberos de la capital aragonesa atendieron unas cinco caídas de árboles, ninguna con daños de importancia, sin contar con las del parque Tío Jorge, en las que también intervinieron. Según informó el Ayuntamiento de Zaragoza, el parque se cerró por la mañana, al detectarse la caída de tres árboles y al menos otros cuatro en peligro. La reapertura no tiene fecha señalada, indicaron las mismas fuentes, dado que dependerá de la evolución del nivel freático anegado por el Ebro, y la inestabilidad que pueda generar en la vegetación.

El consistorio activó el Plan Municipal de Protección Civil ante la previsión del aumento del caudal del Gállego. El protocolo está en su nivel 1 de alerta, por lo que el ayuntamiento recomienda actuar con precaución en las inmediaciones de los ríos y evitar acercarse a las riberas, así como no aparcar vehículos en las proximidades de los cauces o zonas inundables.

ALERTA

Toda esta situación de meteorología adversa llevó ayer a que se reuniera el Centro de Coordinación Operativa, que agrupa a todos los órganos de emergencia de las administraciones públicas. El consejero de Presidencia, Vicente Guillén, no quiso generar alarma entre la población, pero solicitó «máxima prudencia» a los ciudadanos en esta situación que, de momento, «es ordinaria» aunque susceptible de empeorar, puesto que en los próximos días se espera la llegada de la cuarta borrasca en una misma semana, un hecho inusual a estas alturas del año.