Al calor de la discusión por la peatonalización de Don Jaime I está a punto de resurgir la idea de reactivar el proyecto de remodelación de la Estación del Norte y su entorno. Desde el Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza aseguraron que es "casualidad" que coincidan ambos en el tiempo, pero a nadie se le escapa que este edificio formaba parte de ese corredor o bulevar comercial anunciado por el alcalde Juan Alberto Belloch en el último debate sobre el estado de la ciudad. Ahora se va a relanzar, a la búsqueda de la inversión privada y con aires renovados en cuanto a la inversión necesaria, ya que se considera que el escaso interés obtenido en la iniciativa privada hasta ahora --no se sacó a concurso por esa razón-- se puede compensar con nuevas fórmulas de financiación que abaraten los costes necesarios para desarrollar las obras.

Este es uno de los objetivos de las jornadas técnicas que el consistorio está organizando para "el próximo mes de marzo". Así lo admitió Jerónimo Blasco, vicepresidente de la sociedad Zaragoza Vivienda, que fue la encargada de convocar el concurso de ideas que finalizó con un proyecto de Luis Peirote que incluía una zona comercial, una residencia de estudiantes y aulas de formación, entre otras cosas, divididas en tres fases distintas y con un coste nunca calculado por el consistorio. Pero elevado, eso seguro. Al menos para lo que la iniciativa privada puede asumir en mitad de una crisis.

7.000 EUROS Por eso se han decidido a "invitar a 20 o 30 empresas" a unas jornadas técnicas en las que se les presentará un estudio encargado recientemente, y que ha costado 7.000 euros, en el que se apunta la potencialidad de un modelo que, por otra parte, ya se ha puesto en marcha con éxito en otras zonas de Zaragoza, aunque a menor escala. Se trata de los pop up, que es como se denominan a negocios de proximidad que sirven para revitalizar zonas degradadas.

El proyecto de renovación de la Estación del Norte quedó aparcado justo cuando se había dado con el diseño a ejecutar, cuando desde la asociación vecinal se buscaban nuevos espacios comerciales alejados de las grandes firmas y más centrados en crear otros establecimientos más orientados a la artesanía o al comercio de proximidad. De ahí derivó en un concepto "similar al Covent Garden" londinense, llegaron a calificar desde el Gobierno municipal, el propio Jerónimo Blasco, pero se quedó atascado.

El problema es que ahora es difícil diferenciarlo, o extraerlo, de ese bulevar comercial que el alcalde anunció que conectaría la plaza de las Canteras de Torrero con la Estación del Norte, enlazando con un paseo continuo en Cuéllar y Sagasta, abriendo nuevos espacios peatonales en el entorno de la plaza de los Sitios y culminando al otro lado del Ebro, en el Arrabal, en una idea inicial que podría llegar a conformar un gran espacio cerrado al tráfico en el triángulo formado entre la calle Sobrarbe y el entorno del edificio que hoy es sede de la junta de distrito.

Del todo a la nada en pocos meses, aunque al calor de la discusión sobre la peatonalización, en paralelo a este debate, se relanza un proyecto que podría convertirse en el plan B perfecto para el alcalde si su idea para Don Jaime I finalmente fracasa, como parece que sucederá.