El otro día declaraba en este mismo periódico un ilustre excargo público de esta comunidad autónoma por el PP que el Gobierno de Aragón actual era un Ejecutivo "de becarios". Con mucho respeto a los becarios, lo que es más que evidente es que el Gobierno de Rudi está formado por un grupo de horrorosos gestores públicos que además serían unos nefastos gestores privados (alguno ya lo ha demostrado también). Solo así se entiende que no sean capaces de hacer una política que sirva para los aragoneses. No van a pasar a la historia por nada bueno, no van a dejar ninguna huella positiva, no se podrá recordar ninguna acción de gobierno (igual que pasó en su etapa de alcaldesa de Zaragoza) y además pretenden enmascarar sus malos resultados, como el del paro de ayer. Porque Rudi y su analista Francisco Bono (ayer ni se dignó en dar la cara ante los malos datos del paro) no están haciendo nada para sostener el empleo y cambiar la tendencia. Los números así lo atestiguan. La DGA se muestra incapaz de realizar propuestas y alternativas generadoras de empleo, ni a corto, ni a medio, ni a largo plazo, seguimos faltos de soluciones y con cada vez más aragoneses sufriendo las consecuencias. Mucho critican la herencia recibida, pero heredaron una de las autonomías con menos paro y endeudamiento y no hemos dejado de empeorar desde que gobierna Rudi y su equipo. Al menos, deberían de sonrojarse. Pero ni eso.