Otro desastre más que pone de manifiesto el pésimo trabajo del equipo español desplazado a Trabzon (Turquía). La familia del cabo Javier Gómez de la Mano, natural de León y uno de los 12 miembros del Escuadrón de Apoyo al Despliegue Aéreo de Zaragoza (EADA) que murieron en el accidente del Yak-42, recibió por error del anterior Ministerio de Defensa la cámara de fotos de uno de los pilotos ucranianos.

Tal y como explicó a EL PERIODICO DE ARAGON la hermana del militar, Yolanda Gómez de la Mano --que reside en la capital aragonesa--, su familia detectó el fallo cuando reveló un carrete que había en el interior en julio del 2003. La entrega se realizó en la Base de Getafe, bajo la supervisión del general en la reserva José Antonio Beltrán, uno de los imputados por la Audiencia Nacional debido a su participación en la repatriación de los cuerpos.

"Sabía que mi hermano llevaba una cámara consigo por una foto, así que la reclamé cuando nos llamaron para recoger los efectos personales. Como no se veía muy bien en la imagen que yo tenía y nadie la reclamó, me la entregaron. La sorpresa llegó cuando revelé el carrete y encontré aquellas imágenes. Sentí una desesperación total porque para mí significaba mucho poder recuperar las últimas instantáneas de mi hermano con vida. Intuía que podía haber unas fotos que le hizo mi hija antes de una boda", apuntó Yolanda.

Curiosamente, esta familia tan sólo recibió, además de la cámara, un ordenador que tampoco pertenecía a su deudo. Aunque Gómez de la Mano es uno de los 32 fallecidos que en teoría fueron correctamente identificados, sus allegados nunca tuvieron noticias de la gorra, el reloj y el anillo que sirvieron para la identificación. "En Defensa insistieron en que los objetos que permitieron los reconocimientos se quedaron en los ataúdes por orden judicial. Nunca me atreví a devolver la cámara y las fotografías al ministerio por miedo a que no las devolvieran y porque algunos, al intentar entregar efectos que no les correspondían, recibieron por respuesta que no hacía falta".

Ahora, los parientes del cabo desean contactar con la viuda del tripulante para devolverle las pertenencias de su marido. Al parecer, se trata del comandante Koutsenko, ya que fue su mujer la que aseguró que el accidente se produjo por un error de la torre de control y Yolanda la reconoció en las imágenes. "Hemos pensado durante mucho tiempo cómo contactar con la viuda, porque todo esto le pertenece a ella. Independientemente de lo que ocurriera, tiene derecho a guardar estos objetos. Tenemos la dirección de la compañía aérea, pero dudamos de que gestione la devolución. Por eso hacemos un llamamiento desde aquí", afirmó la hermana del cabo.

Yolanda no termina de comprender por qué muchas familias nunca recuperaron los petates de sus parientes, cuando éstos aparecieron en fotografías realizadas por diversos medios de comunicación. "Sigo buscando las pertenencias de mi hermano. Ni siquiera supe cómo lo habían identificado hasta que en febrero recibí la falsa autopsia. Pero lo más curioso es que primero, el general Vicente C. Navarro --otro de los imputados--, me dijo que lo había reconocido personalmente porque llevaba su nombre en el uniforme. Y en la autopsia que me entregaron no figuraba nada de eso. Sólo hablaba de la gorra, el reloj y el anillo", denunció.