Delicias ha elegido un futuro más peatonal, de calles más pacificadas y con menos coches aparcados, con una rehabilitación progresiva de su parque inmobiliario más antiguo (data de los años 50 y 60 del siglo pasado) y con una movilidad basada en favorecer la utilización del transporte público -especialmente con la línea 2 del tranvía y la intermodalidad- a través de crear carriles bus en prácticamente todos los ejes transversales del distrito. Sus más de 100.000 habitantes llevaban tiempo esperando una hoja de ruta para el futuro, y ahora serán los vecinos los que marquen las prioridades, pero el volumen de proyectos que se incluyen representa una inversión de varias decenas de millones. No se ha calculado, pero algunas de esas ideas se basan en proyectos que sí tenía redactados el consistorio y solo hay que actualizarlos. Y trabajar en torno a los seis grandes ejes sobre los que gira este dibujo del futuro barrio.

PARQUES Y COTA CERO

Uno de los apartados más ambiciosos de este plan, que fue presentado a los vecinos hace dos semanas, se basa en la mejora de la infraestructura verde y del espacio público. Y entre los proyectos que se aportan sobresalen dos como prioritarios: la reforma de los parque de Delicias y de Castillo Palomar. Ninguna de las dos está valorada económicamente, pero sí hay objetivos claros como la reposición de arbolado o la puesta en valor de los quioscos en desuso, y algunas específicas de cada uno como la eliminación del vallado en el primero (en las calles Hermanos Gambra, Sigüés y Duquesa Villahermosa) o la vegetalización de la explanada superior o nuevos accesos, en el segundo.

Miguel Ángel Jiménez, vecino del barrio, es el arquitecto que ha ayudado a los técnicos municipales a darle forma a este plan de barrio, y destaca las diferentes actuaciones que se pretenden en la escena urbana, como los dos grandes ejes semipeatonales norte-sur y este-oeste que se pretenden en el futuro. El primero, uniría la calle Delicias con la de Torres de Quevedo y el segundo, desde el entorno del Portillo hacia Vía Hispanidad, en un diseño de acceso limitado a residentes, carga y descarga, bicicletas o transporte público.

Junto a estos proyectos, se traza como estrategia la posibilidad de darle uso a algunos de los vacíos urbanos que existen para reconvertirlos en plazas de encuentro vecinal. Se plantean hasta seis ejemplos: Mompeón Motos, Mariano Carderera, Barcelona-Argel, Doctor Pérez Serrano y Vicente Berdusán con Bolivia. Además de acometer intervenciones ambiciosas en el arbolado de ejes principales como Duquesa Villahermosa, entre otros. «Este es un plan que se centra en un barrio donde casi no tiene espacio público de calidad, poca zona verde y muchos coches en la calle, aceras muy estrechas y en el que hay que rescatar ese espacio para el peatón donde se puede», explica Jiménez. En este sentido, una de las apuestas más llamativas es la de construir aparcamientos en altura que sirva para alojar todos esos vehículos que deberían salir de la vía pública. Son edificaciones que ya se han puesto en otras ciudades y son más económicas que los parkings subterráneos, que también podrían plantearse en un mix para alojar a numerosos coches.

Con esa liberación de espacio se puede plantear no solo ese «plan de plazas» que él denomina, sino una serie de proyectos de pacificación de viales como las calles Escosura, Doctor Pérez Serrano, Italia, Ricardo Monterde, Terminillo, Barcelona, Julián Sanz Ibáñez, Mosén Andrés Vicente Gómez, Ramiro I de Aragón, Sigüés-Juan Carlos I-Juan Pablo II, Tarragona, Martín Cortés o López de Luna, como prolongación de la calle Delicias por Ciudad Jardín. Se puede llamar cota cero o supermanzanas, pero ellos lo ven como una forma de hacer más amable una zona masificada de vehículos. Y solo las que están valoradas económicamente ya se acercan a los 15 millones.

Otra apuesta importante es lo que el plan denomina como viviendas de realojo. Se ha detectado un buen número de edificaciones muy deterioradas en el entorno que delimitan la avenida Madrid, el paseo Calanda y Vicente Berdusán que urgen rehabilitar. Y lo que se propone es construir unos pisos a los que trasladar a sus dueños mientras se hace una reforma integral del edificio. Mientras, plantea también una actuación similar en los grupos de viviendas sindicales de Alférez Rojas, de San Jorge-Severino Aznar y de San Valero.