Los partidos de derechas se han lanzado a una carrera para capitalizar el descontento que detectan en la sociedad por la estrategia de Pedro Sánchez con el independentismo catalán. El líder del PP, Pablo Casado, y el de Ciudadanos, Albert Rivera, anunciaron ayer ante la prensa, casi a la vez, que convocan a los españoles a protestar contra el Gobierno este domingo en Madrid. Ambos dirigentes mostraron su indignación ante la aceptación por parte del Ejecutivo de la presencia de un «relator» en la mesa de partidos conformada en Cataluña para abordar el conflicto territorial. El presidente de Vox, Santiago Abascal, anunció en Twitter que se suma a la «gran movilización» del fin de semana para «echar a este Gobierno traidor que está preso de los golpistas».

La estrategia de PP y Cs recuerda a la capitaneada por los populares contra José Luis Rodríguez Zapatero durante la negociación del Estatut y también contra lo que consideraban «el chantaje de ETA». Si entonces Mariano Rajoy era el que encabezaba las manifestaciones, ahora serán Casado, Rivera y Abascal los que estarán con las pancartas. La derecha se ha «troceado», como dice José María Aznar, y quedará patente en la fotografía del domingo en la plaza de Colón de Madrid. El formato de la cabecera ya se está negociando entre las cúpulas del PP y Cs, los convocantes. En la sede de Génova calculan que acudirán más de 20.000 personas.

PALABRAS GRUESAS

Tanto Casado como Rivera coincidieron en subrayar que Sánchez está «humillando» a los españoles con sus «cesiones» a los soberanistas, pidieron la convocatoria de elecciones generales y registraron sendas peticiones en el Congreso para que el presidente comparezca de manera urgente.

El dirigente popular esperó a las explicaciones que dio en la Moncloa la vicepresidenta, Carmen Calvo, sobre la figura del «relator», pero las consideró «lamentables» y anunció su voluntad de que el PP «lidere a los constitucionalistas» ante la «felonía» de Sánchez, «la más grave desde el 23-F», aseguró. En un acto de partido en Cuenca, Casado acusó al jefe del Ejecutivo de ser un «mentiro compulsivo», de cometer «alta traición» a España y amagó con presentar una moción de censura, aunque admitió que la perdería porque no cuenta con los apoyos suficientes. Citó los cinco escaños del PNV, un partido que respaldó la de Sánchez contra Rajoy en junio del año pasado.

Según Rivera, el presidente del Gobierno «se ha tragado entero el argumentario independentista, de los políticos que dieron un golpe de Estado hace poco más de un año». En su opinión no puede aceptar ninguna figura que haga de árbitro para hablar con los soberanistas porque España «es una democracia, no una dictadura» y no hace falta inventar «foros paralelos». Preguntado el político catalán sobre si apoyaría la hipotética moción de Casado, insistió en que él lo que reclama son elecciones para «sacar» a Sánchez de la Moncloa. Rivera señaló que sabe «contar escaños», en referencia a la dificultad de que la censura saliera adelante. «Los españoles están cansados y lo que quieren es votar, como prometió Sánchez cuando convocó la moción la pasada primavera», denunció.

¿TERCERA MOCIÓN?

Si Casado la presentara, sería la tercera de esta legislatura. Primero fue Pablo Iglesias el que dio el paso, en junio del 2017, para tumbar a Rajoy. No tuvo éxito (y sabía que así sería), pero lo hizo con el objetivo de utilizar ese escaparate para marcar perfil ante el PSOE. Sí que ganó el órdago Sánchez, en junio del año pasado, cuando reunió los votos necesarios para expulsar al gallego de la Moncloa, al contar con el apoyo de los independentistas y de los partidos de la izquierda.

Por ahora, en el PP no se quiere gastar ese comodín. Fuentes de la dirección señalan que pueden sacarle más rédito para reforzar el mensaje contra el partido socialista cuando las elecciones del 26 de mayo estén más cerca.