Una legislación restrictiva, en la que prima la seguridad sobre cualquier otra condición, está lastrando el despegue del sector de los drones en la comunidad, según alertan algunos de los principales operadores comerciales en Aragón. Por el momento, la cifra de inscritos en el registro oficial de la Agencia Estatal para la Seguridad Aérea (AESA) deja únicamente 112 operadores autorizados en la comunidad. El crecimiento desde el 2017, cuando figuraban 89, ha sido bastante más limitado de lo que el auge del sector podría hacer pensar.

«Con una norma actualizada se podría haber montado una industria a nivel global», asegura el ingeniero aeronáutico, Carlos Ferraz. Natural de Graus, colaboró en la puesta en marcha en el 2012 de Hemav, una de las firmas de referencia. Sin embargo, defiende que el marco actual aún permite mucho margen de maniobra. «Por ahora no existen suficientes empresas para cubrir todo el negocio que se permite», destaca.

Por provincias, es Zaragoza el territorio en el que más operadores autorizados se han registrado en la AESA, con 75 firmas diferentes. La mayoría de ellos, en todo caso, no muestran señales de actividad comercial. Entre los que se encuentran operativo destacan las empresas que ofrecen servicios de imagen aérea así como los relacionados con la actividad ganadera. También se pueden encontrar firmas especialidadas en mediciones aéreas, la publicidad o la vigilancia de espacios forestales.

En Huesca el número de operadores, según el registro actualizado el pasado mes de julio, es de 30. En esta provincia predominan las empresas dedicadas al turismo de aventura así como las colaboraciones con las autoridades en labores de prevención y salvamento en zonas de montaña.

En Teruel únicamente figuran siete operadores autorizados, la mayoría de ellos en localidades diferentes de la capital. Sin embargo, la provincia, gracias a la especialización de su aeropuerto, se ha convertido en un foco de referencia para las firmas más innovadoras.

«La madurez de la industria llegará cuando se ofrezcan diversas legislaciones adaptadas a los difrentes espacios de uso, pues no es lo mismo el empleo de un dron en una zona peligrosa que en entornos controlados» asegura el responsable de la empresa Hemav, colaboradora en su origen con el proyecto Ixorigué enfocado en el control de ganaderías en el Pirineo.

evolución / Pese a todo, el sector ha logrado asentarse ofreciendo soluciones rupturistas dentro de los cauces legales permitidos. En el 2015, cuando en el listado oficial solo figuraban 15 operadores, las herramientas no estaban tan desarrolladas como en la actualidad. «Las opciones son infinitas, aunque se puede observar que la aplicación más inmediata es lo audiovisual», incide el CEO y director de operaciones de Delsat International Group, Daniel Yuste. Esta firma ofrece servicios industriales, audiovisuales también algunos relacionados con el patrimonio y el medio ambiente. Además, están detrás de un proyecto de referencia para el reparto de medicamentos en zonas de difícil acceso.

Un ejemplo de las limitaciones que se encuentra el sector se produjo en la jornada de ayer. Un dron sobrevoló la ciudad de Zaragoza para captar la ofrenda de flores. La particularidad del hecho radica en que una actividad que debería estar generalizada solo cuenta con una veintena de operadores autorizados. Las secuencias captadas por el aparato (que fueran transmitidas en directo) se utilizarán para la edición de un video publicitario.

«Las iniciativas han llegado con fuerza, pero el sector está bastante limitado», señala el administrador de Paintec, José Manuel Ruiz. Pone como ejemplo las múltiples aplicaciones en la revisión de infraestructuras y los usos que se podrían realizar en el sector de la construcción.