El Gobierno de Aragón está dispuesto a seguir los pasos de Cataluña y no descarta imponer el uso obligatorio de las mascarillas, incluso cuando se pueda mantener la distancia de seguridad, para reforzar las medidas y garantizar una mayor protección. Así lo dijo ayer el presidente de Aragón, Javier Lambán, y también la consejera de Sanidad, Sira Repollés. Ambos, un día después de que Cataluña anunciara su norma, se mostraron partidarios de esta situación. «No es descartable absolutamente nada. Como Gobierno no tendremos la más mínima duda en hacer lo que hay que hacer, que es tomar las medidas que haya que tomar. Evidentemente serán las que nos indiquen desde el ámbito sanitario», señaló Lambán durante la firma del protocolo entre la DGA y las tres diputaciones provinciales.

Minutos después fue Repollés, en un acto en el centro psicosocial Nuestra Señora del Carmen, quien se pronunciaron en los mismos términos que el presidente. «Probablemente acabaremos en toda España usando la mascarilla de forma obligatoria y no de forma puntual. Es muy posible que sea así», dijo. «Desde el primer momento ya hemos manifestado que todas las medidas de higiene, tanto las mascarillas como el lavado de manos, ayudan a evitar la cantidad de contagios», añadió.

También el presidente hizo un llamamiento a la «responsabilidad» de todos los aragoneses. «Creo que si al final se llega a la conclusión de que los españoles solo somos capaces de ser responsables cuando nos obligan no saldremos bien favorecidos ni hablará a favor de nosotros», manifestó Lambán, que demandó ser «cautelosos en nuestra vida privada, mantener las distancias, lavarnos las mano y vayamos con mascarillas. Por nosotros mismos y por no contagiar a nadie», señaló. Ni Lambán ni Repollés fueron más allá en detalles como multas o sanciones, pero tampoco se mostraron sorprendidos a que la obligación se imponga en Aragón.

Hasta 100 euros / Si así fuera, los condicionantes serían similares a los aplicados en Cataluña, donde desde ayer se multa con hasta 100 euros a las personas de más de seis años que salen a la calle sin mascarilla. La Generalitat tomó la decisión cinco días después de que se decretara el cierre perimetral de la comarca del Segriá, limítrofe con la zona del Aragón oriental.

La obligatoriedad se aplica tanto en espacios públicos interiores como exteriores. Es decir, aunque la distancia social esté garantizada se exige ir con la mascarilla. No es así para quienes tengan algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por su uso. Tampoco, según lo decretado por la Generalitat, para los discapacitados o dependientes que no tengan autonomía para quitársela, ni para aquellas personas con alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización.

Baleares también obligará a utilizarlas

La utilización de la mascarilla también será obligatoria en las islas Baleares. La consejera de Salud de Baleares, Patrícia Gómez, prepara una resolución que modifica el decreto de la nueva normalidad para que el uso sea «obligatorio tanto en espacios públicos como privados, ya sean abiertos o cerrados». En principio, la norma dejaría fuera de esta obligación la estancia en las playas por la dificultad para llevarlas. Han adoptado esta medida al detectar la proliferación de macrofiestas ilegales en las islas en las que no se respetaban ni las normas de higiene ni las medidas de distanciamiento social. Solo el pasado fin de semana, la policía intervino en dos de estos eventos en los que participaban 200 y cien personas, respectivamente.

Las islas se suman a otras zonas, como Ordizia en el País Vasco, donde ya implantaron la obligatoriedad del uso de las mascarillas «aunque se pueda mantener la distancia de seguridad» tras detectarse un brote con más de 50 casos positivos. Y en la Región de Murcia, el departamento de Salud estudia la misma medida.