El colapso en la emisión y dispensación de receta electrónica provocado, hace más de una semana, por un error en el sistema informático ha supuesto que desde el Departamento de Sanidad se haya lanzado un aviso. "Un sistema tan potente ni puede ni debe fallar", advirtió ayer el director general de Aseguramiento y Planificación, Antonio Villacampa.

La advertencia se dirige, al parecer, al sistema central que gestiona el funciomamiento del sistema implantado recientemente en Aragón. "Fue un hecho puntual y localizado en Walqa --el parque tecnológico ubicado en Huesca-- y ya estamos vertebrando todas las medidas oportunas para que esto no vuelva a suceder", indicó.

En todo caso, y aunque desde el departamento se insiste en que el colapso --que se prolongó durante una tarde entera y que obligó a las farmacias a dispensar únicamente los medicamentos urgentes-- "no supuso desabastecimiento", Villacampa insisitó en que la grave incidencia --la segunda que se produce en lo que va de año-- "nos preocupa mucho porque estamos hablando de un sistema muy potente de prescripción médica".

Los continuos fallos han provocado numerosas quejas y críticas procedentes de los médicos de cabecera, que alaban el nuevo sistema de dispensación, pero no el programa que lo hace funcionar porque "provoca demasiados problemas". La lentitud, los errores de coordinación con las farmacias o la continua petición de identificación al médico de cabecera son algunos de los aspectos más criticados por los profesionales.

La receta electrónica ya se ha implantado en todo el sistema de Atención Primaria de la comunidad autónoma "en tiempo récord", según asegura la Administración. Sin embargo, las dudas provocadas por los problemas de funcionamiento no cesan. "Vamos más rapido con la receta en papel y eso no puede ser", denuncian los médicos aragoneses.