El Gobierno aragonés del PSOE-PAR ha dejado constancia oficial de su propuesta para el polémico recrecimiento del embalse de Yesa: hacer una ampliación más pequeña de la prevista (la cota media). Y también ha apostado por una alternativa a la presa de Santaliestra si no supera sus problemas judiciales: multiplicar por doce la capacidad del pantano de San Salvador. Por último, ha puesto en duda algunos embalses del Pacto del Agua del 92: nueve de ellos "no son necesarios", salvo que otros resulten inviables.

Todas estas propuestas aparecen en el primer borrador de las Bases de la Política del Agua de Aragón, un documento encargado por la DGA, a través del Instituto Aragonés del Agua, que ahora está en debate.

Dichas Bases son claras: hay que consolidar los regadíos de los grandes sistemas y crear otros nuevos. Para la primera empresa , considera "necesario aumentar lo antes posible la capacidad de regulación" con los pantanos de Lechago, Mularroya, Torre del Compte, Santaliestra, San Salvador, Zaidín, Serós y Carcastillo y el recrecimiento de Yesa.

Pero hace puntualizaciones respecto a tres: Yesa, Santaliestra y San Salvador. El primero lleva tiempo en tela de juicio, desde que empezó a hablarse de un recrecimiento más pequeño (la llamada cota media) que evite la inundación del pueblo de Sigüés. El actual proyecto, ahora en obras, prevé una altura (cota) de presa de 521 metros. La apuesta media está en el entorno de los 510.

Aunque la parte socialista de la DGA no ha ocultado que le gusta esta opción, el socio aragonesista es más reacio a aceptarla, pero ha abierto un debate.

Las Bases son claras. Además de indicar que la obra debe cubrir las demandas de riego de Bardenas y el abastecimiento a Zaragoza, la base 45.3 ve "complejo" fijar la capacidad de la presa. La decisión está condicionada por factores sociales, como "la inundación de Sigüés si el nivel máximo de explotación normal está por encima de la cota 510,5", económicos, ambientales o técnicos.

El texto se posiciona: "En consecuencia, y sin que ello suponga la paralización de las obras, deben optimizarse las variables del aprovechamiento con la condición en principio de no superar la indicada cota 510,5 en situación de máxima explotación normal, es decir, de no avenida (...)". Y da otra idea: elevar un dique de protección a la cota 513, para salvar Sigüés y prevenir avenidas.

En resumen, que el recrecimiento se haga a la cota media y se optimicen los usos del agua, todo sin paralizar las obras en marcha. El texto es un primer borrador y debe debatirse, pero tanto el Gobierno de Aragón como el Instituto Aragonés del Agua aparecen en el encabezamiento.

En cuanto a Santaliestra, obra paralizada por los tribunales, pues sus detractores abrieron la vía judicial, las Bases sugieren una alternativa por si su construcción es "finalmente imposible". La opción "más conveniente" es "incrementar la capacidad total del embalse de San Salvador hasta 128 hectómetros cúbicos".

San Salvador es complementario a Santaliestra y su capacidad se fijó en 20 hectómetros. La propuesta del documento supone multiplicar por más de seis el tamaño proyectado.

LO QUE NO HACE FALTA La base número 48 explica que algunos embalses del Pacto del Agua no son necesarios: Biota, Jánovas (ya descartado), Vero, recrecimientos de La Tranquera y de Las Torcas, El Batán, La Codoñera, El Pontet y Bergantes.

La propuesta, en este caso, también es muy clara: "estos embalses se retiran del Pacto del Agua". Aunque va acompañada de una advertencia: si obras como el contraembalse de Moneva o el pantano de Nuévalos son inviables, "podría reconsiderarse" la ejecución de los que han sido, en principio, desechados.