Las autoridades catalanas son las culpables de la situación de crisis institucional que se vive actualmente en la comunidad, según el portavoz del Gobierno de Aragón, Vicente Guillén. El socialista consideró ayer que «el único responsable» de lo que está pasando en Cataluña, sobre todo desde el domingo, es «quien vulnera el marco constitucional y el Estatuto de Autonomía catalán» señalando directamente a la Generalitat y a su presidente, Carles Puigdemont.

Una vez fijadas las responsabilidades políticas indicó que los consejeros de la DGA habían mostrado durante la reunión del Consejo de Gobierno su «gran preocupación» por la situación política, y por las repercusiones que puede tener en Aragón, una comunidad con relaciones históricas de vecindad y muy importantes de índole económico, cultural y social, al margen de los «contenciosos» que ambas pueden tener, según recordó Guillén en alusión a conflictos como el de los bienes religiosos de Villanueva de Sijena y las parroquias de la Franja.

De cara a los próximos días se sumó al llamamiento al diálogo. Para el Gobierno de Aragón este es un problema «de gran envergadura» y las respuestas, según agregó el socialista, deben de ser políticas, algo que solo se conseguirá con una conversación «fructífera» entre todas las partes implicadas.

reforma constitucional / El consejero indicó que esta hipotética negociación se puede producir, a su juicio, en el marco de la subcomisión parlamentaria creada en el Congreso de los Diputados a instancias del secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, y de la que puede salir una propuesta de reforma de la Constitución Española.

En este sentido se alineó con las declaraciones previas realizadas por el presidente Javier Lambán en la necesidad de buscar una salida dialogada que preserve la unidad del Estado.

En su intervención tras el Consejo de Gobierno Guillén también quiso transmitir su deseo de «pronta recuperación» a los heridos el pasado domingo por las cargas policiales en los centros de votación que se habían habilitado en casi todos los pueblos de Cataluña por los organizadores del referéndum separatista.