Las Bases de la Política del Agua en Aragón pretenden recuperar un valor que ha sido muy importante en la comunidad: el acuerdo hidráulico. Se trata de reformular la política del agua para intentar dar cabida a todos los implicados --especialmente, a los que en 1992 se quedaron fuera-- y zanjar la más que evidente polémica interna en esta materia.

La Ley de Ordenación y Participación en la Gestión del Agua en Aragón prevé la puesta en marcha de diferentes organismos y medidas para la planificación y racionalización en materia de recursos hídricos. Así, dio lugar al Instituto Aragonés del Agua (IAA), en cuyo seno nació --igualmente-- la Comisión del Agua de Aragón.

Desde el citado instituto se propició la formulación de las Bases, además de la elaboración del Plan de Infraestructuras Hidráulicas de Aragón (PIHA), documentos básicos para la reformulación del acuerdo social y político.

Estos trabajos se sacaron a concurso y el IAA ya los tiene en sus manos. Las Bases han tenido un estudio previo: el llamado Libro Blanco, a partir del cual se han formulado. Estos dos últimos documentos han sido elaborados por dos empresas que han creado una unión temporal, Ingeniería 75, SA y Actuaciones de Ingeniería y Proyectos, SL.

En la Comisión del Agua se han creado cuatro ponencias de estudio que ya han mantenido sus primeras reuniones y que estarán a pleno funcionamiento tras el verano. Una estudia las Bases de la Política del Agua, otra se dedica al Plan de Infraestructuras Hidráulicas de Aragón, una más estudia las obras del Pacto del Agua y la cuarta se dedica a la calidad de las aguas.

Son órganos plurales con representación política y social cuyo objetivo es formular propuestas que puedan llevar al acuerdo hidráulico. La meta es que las Cortes den el visto bueno a la nueva planificación. La Comisión del Agua la forman 67 personas de diferentes instituciones, organizaciones y colectivos.