La contundente reacción de la presidenta del PP de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, al forzar la dimisión del diputado turolense Carlos Muñoz por cargar al Congreso viajes privados a Tenerife para estar en la residencia de su pareja, provocó ayer un terremoto en este partido a nivel nacional. Ayer, con la plana mayor del PP nacional reunida en Extremadura, la presidenta aragonesa fue objeto de todos los comentarios por haber cortado de raíz lo que ella consideró un uso inadecuado del dinero público frente a la decisión de la dirección de Génova, que consideró que bastaba con un arrepentimiento y el compromiso de devolver el dinero empleado en los desplazamientos.

El motivo, la actitud tajante de Rudi ante cualquier atisbo de corrupción o, como en este caso, de uso inadecuado del dinero público, a pesar de que Muñoz no cometió ningún acto ilícito puesto que todos los diputados y senadores pueden viajar de forma gratuita a cualquier punto de España. Pero la firme actitud de Rudi contrasta con la que ayer mantuvo Mariano Rajoy en Cáceres, durante un acto político sobre transparencia y buen Gobierno en el que respaldó y ensalzó la figura del presidente de Extremadura, José Antonio Monago, implicado en el mismo caso de Muñoz por haber viajado también a Tenerife en 32 ocasiones para visitar a la misma persona que Muñoz, ya que había mantenido con ella una relación antes de que fuera pareja del político turolense.

SILENCIO DE RAJOY

Rajoy apoyó --como también lo hizo María Dolores de Cospedal-- la figura de Monago, aunque obvió en todo momento respaldar a Carlos Muñoz, quien a diferencia del extremeño ha optado por dimitir y abandonar la militancia a pesar de que ayer reiteró que tiene la conciencia tranquila por no haber cometido ningún acto ilegal y haber viajado únicamente a la que era a su domicilio familiar durante el tiempo que convivió con esta mujer de Tenerife. Rudi no intervino ayer en Cáceres, y se limitó a indicar que la intervención de Rajoy --en la que se comprometió a incrementar la lucha contra la corrupción y comparecer en el Congreso-- "refuerza los valores y principios que siempre ha defendido el PP: honestidad, gestión eficiente y unidad de España".

A pesar de que el núcleo duro de Génova considera que Rudi se ha excedido en la medida tomada con Muñoz, también hay otros barones populares que consideran que el PP estatal debería adoptar la misma contundencia, ya que consideran que el elevado número de casos de corrupción pasará una elevada factura electoral y no se está actuando con la contundencia que la ciudadanía exige, según indicaron varias fuentes populares. Pero además, Rudi se vio forzada a tomar esta decisión para ser coherente con sus palabras. Hace tan solo tres días volvió a repetir que en Aragón, el PP actuaría con contundencia y expulsaría de inmediato a cualquier persona que hiciera un mal uso del dinero público. Al igual que el portavoz de su Gobierno, Roberto Bermúdez de Castro, quien hace tan solo una semana y media dijo públicamente que sentía "asco y vergüenza" por los casos de corrupción.

CRISIS POLÍTICA

La inmediata consecuencia de la dimisión de Muñoz es que el PP perderá un diputado en el Congreso, ya que la sustituta del todavía dirigente popular es la última reserva de la candidatura que los populares presentaron con el PAR, y en este caso corresponde a los aragonesistas. Aunque fuentes populares indicaron que no supone ningún problema y el funcionamiento será idéntico al del Senado, en el que en el grupo del PP hay tres aragonesistas, ninguno de los dos diputados conservadores que empezaron de inicio acabarán la legislatura. Antes de la dimisión de Muñoz, Santiago Lanzuela abandonó en una polémica decisión para irse de consejero de Red Eléctrica por una cuantiosa suma de dinero.