Blasco también destacó la importancia de la labor diplomática que tendrá que realizarse a partir de ahora. Una labor que se divide en dos fases y en la que el Gobierno central también tendría que involucrarse. Por un lado, conseguir que "el mayor número posible de países quiera contar con un pabellón", lo que aumentaría las "garantías de éxito". Y, por otra parte, lograr un gran número de visitas de autoridades y jefes de Estado una vez que se haya inaugurado la muestra. "Lo lógico sería que trabajaran varios diplomáticos y que se reforzara el equipo actual. Eso sí, a mi juicio se debería ofrecer la continuidad al embajador especial, José Manuel Paz Agüeras", destacó.