Parece que fue ayer cuando la Operación Molinos estalló para la opinión pública y ya han pasado dos meses. Dos meses desde que la alcaldesa de La Muela, María Victoria Pinilla, el concejal Juan Carlos Rodrigo Vela y 18 personas más, la mayoría empresarios, fueron detenidas por su presunta participación en una trama de corrupción urbanística. Dos meses desde que la regidora de este municipio, al frente del cual lleva más de 22 años, abandonara el sillón municipal para ocupar una celda del módulo 13 del centro penitenciario de Zuera.

María Victoria Pinilla, Mariví para sus allegados, ha pasado de desarrollar una gran actividad a ver pasar el tiempo tras los altos muros de la prisión. Son muchas horas de vida contemplativa que ella dedica a leer cartas, a escribir (se ha encargado de difundir que está escribiendo un libro) y a tomar largos baños de sol en el patio.

"Desde las ocho y media de la mañana hasta las dos y desde las cinco a las ocho de la tarde pueden hacer lo que quieran: leer, ir al patio, ver la tele- Y ella solo hace eso: leer, escribir y tomar el sol", indican fuentes del centro penitenciario. Estas son las distracciones de la mayoría de las reclusas que habitan el módulo 13. "Ese patio parece una piscina, todas toman el sol en camiseta de tirantes y pantalón corto", añaden.

Compañeras ´ilustres´

Pinilla comparte celda con otra compañera, la misma desde que ingresó en la cárcel y se le adjudicó destino, que cumple una pena por tráfico de drogas. Y en el mismo módulo se encuentra también la exintegrante del comando Vizcaya de ETA, y expulsada de la banda, Carmen Guisasola. Con la primera "se lleva bien", explican las citadas fuentes, con la segunda "si no hablan será porque no quieren porque, desde luego, pasan bastante tiempo en el mismo sitio", apostillan.

Mariví no ha dado ningún problema. Y su ingreso en el centro, ningún trabajo especial para los funcionarios. "Aquí es una más", aseguran. "Va con sus vaqueros, sus camisas-", indican. "Al principio recibía más correspondencia, ahora ha bajado bastante", explican.

Respecto a las visitas o comunicaciones con personas del exterior, indican que todas las semanas recibe a alguien, "Tienen una comunicación semanal y un vis a vis familiar y otro íntimo al mes y ha utilizado todos menos el vis a vis íntimo", apuntan.

Si todo sigue su curso, el próximo día 26 Pinilla volverá a declarar ante el juez de La Almunia que instruye la causa por la Operación Molinos. Será su primera salida al exterior desde que está encarcelada, porque ya ha pedido la libertad condicional y el juez se la ha denegado porque existe riesgo de fuga en Suramérica tiene medios suficientes para iniciar una nueva vida.

La situación, en principio, no ha cambiado y es de esperar que el juez reitere su negativa ahora que han solicitado la libertad por segunda vez. Salvo que, en su solicitada declaración, Pinilla cuente cosas que puedan considerarse colaboración con la Justicia-

Mientras, en el ayuntamiento todo está paralizado.