Cuarenta años después de las primeras elecciones municipales democráticas, que ayer fueron conmemoradas por la Diputación de Zaragoza (DPZ), la asignatura pendiente de los municipios sigue siendo contar con una financiación suficiente. Así lo subrayó ayer Juan Antonio Sánchez Quero, presidente de la corporación provincial, que subrayó que «ha llegado el momento de hablar menos y pasar a la acción ya».

Sánchez Quero, que encabezó en la Residencia Pignatelli la celebración de las cuatro décadas de democracia municipal, aseguró que la clave para revertir la situación de muchos pueblos afectados por la despoblación está en conseguir una financiación «justa» para los ayuntamientos, la dotación de servicios equiparables a los existentes en las ciudades y la aplicación de la Ley para el Desarrollo Sostenible del Medio Rural, que fue aprobada en el 2007 y apenas ha estado en vigor.

«Se trata sobre todo de que las instituciones actúen de forma coordinada, desde los ayuntamientos, las comarcas y las diputaciones a los gobiernos autonómico y nacional e incluso la Unión Europea», manifestó el presidente de la DPZ.

Sánchez Quero recordó que en el Ejecutivo se está trabajando en una estrategia demográfica cuyo contenido todavía no ha sido dado a conocer. Asimismo, señaló que no hace mucho la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) presentó un documento con 80 medidas concretas para frenar el descenso del número de habitantes en las zonas rurales.

Entre ellas, destacó el presidente de la DPZ, figura la necesidad de poner en marcha exenciones fiscales, bonificaciones a la Seguridad Social e iniciativas que sirvan para crear empleo y fomentar la educación en lo que se ha dado en llamar la España vacía.

Con todo, Sánchez Quero hizo hincapié en los avances registrados en los pueblos durante los últimos 40 años, con notables mejoras en la prestación de servicios, infraestructuras y calidad de vida.

Pilar Pérez Lapuente, alcaldesa de Torrellas, en la comarca de Tarazona y el Moncayo, abundó asimismo en la idea de que «se ha pasado el momento de legislar y hay que poner medidas en marcha». Desde su punto de vista, el abismo que todavía existe entre los pueblos y las ciudades no se superará hasta tanto no se cree «empleo de calidad» en las zonas rurales y se facilite el acceso a la vivienda.