El drama del paro no da signos de mejora en Aragón. Al menos, a ojos de la fuente estadística considerada más fiable para conocer la realidad del mercado de trabajo: la Encuesta de Población Activa (EPA). A pesar de los síntomas de recuperación de la economía, los resultados del primer trimestre del año han sido desastrosos para la comunidad, que elevó la cifra de parados un 10,93% (14.600 personas más) siendo la segunda donde más subió. Así, la agonía de estar sin trabajo afecta ya a 148.400 aragoneses, solo 400 menos que en marzo del 2013, cuando se dio el valor más alto de la historia. Los datos son mucho peores que los del conjunto de España, como coincidieron en señalar sindicatos y empresarios, mientras que el Ejecutivo de Rudi volvió a poner en duda la demoscopia que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El pírrico descenso interanual no supone además ningún bálsamo porque la tasa de paro ha alcanzado su máximo histórico, el 22,85%. El incremento es consecuencia del grave deterioro de otro de los principales indicadores laborales, la población ocupada, que cae en Aragón de manera clamorosa, tanto en términos trimestrales (el -2,86%, es decir, 14.800 activos menos) como anuales (-2,12%, 10.900 menos), hasta 500.900 personas.

Estos resultados ponen de relieve que el deterioro del mercado de trabajo está siendo mayor en Aragón que en el conjunto de España, donde al menos ha bajado el desempleo: en 2.300 personas en el último trimestre y en 344.900 en el último año. De esta manera, la comunidad se descuelga del grupo de regiones con menor tasa de paro, tendencia que se ha venido intensificando en el último año. Si antes solía estar entre los puestos tercero y sexto de este ránking, en la última EPA retrocede al noveno.

La mejor posición relativa que ostenta históricamente se reduce al nivel más bajo, con un nivel de desempleo solo tres puntos por debajo que el de España: del 22,85% frente al 25,93%. Hace un año el diferencial era de 4,4 puntos (22,52% frente a 26,94% y al comienzo de la crisis --en septiembre del 2008-- de casi seis puntos (6,41% y 11,23%).

LEGISLATURA EN RETROCESO Esta evolución deja descafeinado uno de los más socorridos argumentos del Gobierno PP-PAR, el de que Aragón está mejor que el resto. En el actual mandato los indicadores laborales no han hecho más que empeorar, según la EPA. Desde que Rudi tomó posesión en julio del 2011, hay 42.400 parados más, con una tasa casi siete puntos mayor, y se han perdido 57.500 ocupados.

La reacción del Ejecutivo aragonés volvió a ser como hace un año. En el Pignatelli no se acaban de creen las cifras que da la EPA, que el director general de Economía, José María García, tachó de "inconsistentes" en una rueda de prensa convocada ayer por la mañana de forma apresurada. Aseguró que aprecia "incoherencias" en los datos de la Encuesta de Población Activa en relación a otros indicadores con evolución positiva, como el paro registrado, que en marzo fue de 111.000 personas, 37.000 menos que los que observa el INE, algo que "no es normal". También tachó de "inconsistentes" las cifras de población ocupada al haber una diferencia de más de un 700%, en sentido negativo, respecto a otras fuentes.

Acompañado por el director del Instituto Aragonés de Empleo, Jorge Escario, admitió que el Ejecutivo se ha visto "sorprendido" por los datos de la EPA por no corresponderse con el crecimiento del PIB. Aunque dijo no restarles credibilidad, avanzó que transmitirán al INE las "incoherencias" detectadas, como ya ocurrió el año pasado.

Los agentes sociales no pusieron paliativos. La confederación de empresarios CREA lamentó que la mejora de las magnitudes macroeconómicas no alcance al mercado laboral de la comunidad, que continúa "muy débil". Por ello, reclamó más apoyo a la actividad y competitividad de las empresas para crear empleo. Desde los sindicatos, UGT y CCOO calificaron los datos de "muy negativos" e incidieron en que Aragón sufre las consecuencias de la crisis con mayor intensidad que la media nacional, más aún Huesca, cuya situación es "preocupante".

Para colmo, la DGA no tiene margen este año para incentivar la contratación, como sí hizo en el 2013 con el Plan Impulso.