Los economistas aragoneses consideran que el proceso soberanista de Cataluña es el principal obstáculo para la recuperación de España. Así lo cree el 83% de los entrevistados en la IX Encuesta de Coyuntura 2017 elaborada por el Colegio de Economistas de Aragón. Y eso a pesar de que el sondeo se llevó a cabo el pasado mes de julio, cuando todavía no se había desatado la crisis social y política sobrevenida del referéndum ilegal del 1 de octubre, con lo que la percepción sobre este problema es con toda seguridad mayor a día de hoy entre los miembros de este colectivo profesional.

La corrupción, con el 81%, se sitúa como la segunda mayor traba para la economía nacional, seguida de la «tentación populista» de los partidos políticos españoles (80%) y de la fragmentación de la representación política (60%).

La tensión independentista también se sitúa como la tercera preocupación de los economistas a medio y largo plazo, según el 72% de los encuestados, por detrás del futuro de las pensiones (98%) y los parados de larga duración (91%). En cuarto lugar figura el fin de la política monetaria expansiva del BCE (67%) y la pérdida de peso de España en las instituciones europeas (62%).

«Si la encuesta se hubiera hecho en una fecha posterior, la contundencia del problema (de Cataluña) hubiera tenido una intensidad mayor», afirmó ayer Natividad Blasco, catedrática de Finanzas de la Universidad de Zaragoza, durante la presentación en rueda de prensa de los resultados de la encuesta, acompañada por el decano del Colegio de Economistas de Aragón, Javier Nieto.

Sobre las consecuencias económicas de la crisis catalana, Blasco consideró lógica la fuga de empresas de aquella comunidad en un intento de «evitar la incertidumbre». «Cuando existe riesgo y miedo, el dinero se paraliza», explicó. Al cambio de sedes sociales o fiscales pueden seguirle otros efectos, advirtió, como la ralentización o paralización de decisiones de inversión o contratación, o el deterioro del rating de compañías ubicadas en esa convulsa autonomía, lo que encarecería sus condiciones de financiación.

Efectos en cadena

«¿Cómo va a afectar a Aragón? Muchísimo», sentenció Javier Nieto, quien se mostró preocupado por la deriva de Cataluña por ser el principal cliente de la comunidad (más de 4.000 millones de ventas al año) y, al mismo tiempo, su mayor proveedor. «Si allí hay un parón, nos afectará a nosotros y al conjunto de España», afirmó. Alertó asimismo sobre los efectos en cadena que pueden derivarse de este conflicto en las inversiones, el empleo o el consumo.

Al margen de Cataluña, la encuesta revela una mejora sustancial de la percepción que los economistas aragoneses tienen sobre la situación actual. El 57% considera que la economía regional pasa por un buen momento, 17 puntos porcentuales más que hace un año. El estudio ha contado con la participación de un total de 1.405 miembros de este colegio profesional. De ellos, el 45% admite que su situación personal ha mejorado frente al 25% del año 2016.