El perfil del paciente ingresado por coronavirus en los hospitales de Aragón ha cambiado en un mes tanto como lo ha hecho la situación epidemiológica en la comunidad en esta segunda oleada. A mediados de julio se hablaba de que los rebrotes afectaban mayoritariamente a gente joven, asintomática y que no requería ingreso. Un mes después, y con la entrada del virus de nuevo en numerosas residencias, el patrón ha cambiado. La media de edad de los ingresados ahora mismo en Aragón es de entre 65 y 75 años, ligeramente superior a la que se daba hace unas semanas.

Además de las hospitalizaciones de muchos pacientes procedentes de centros de mayores, también llegan personas contagiadas con cuadros complicados que se han contagiado en reuniones familiares, en el trabajo o a quienes sus hijos, sin saber que eran positivos, han infectado la enfermedad. Precisamente esta cuestión preocupa mucho tanto a Salud Pública como a los sanitarios. «Lo grave es que se consideran inmunes sin saber lo que eso puede suponer para sus padres o sus abuelos. Y el virus también les afecta a ellos», exponía ayer a este diario un sanitario aragonés.

Urgencias / El reciente fallecimiento en Tarragona de una niña de 11 años que había sido diagnosticada de coronavirus (aunque se está investigando si la enfermedad fue lo que causó su muerte) ha vuelto a poner sobre la mesa el debate de que nadie está exento de sufrir la patología en su peor expresión.

Aunque en Aragón los ingresados sean en su mayoría gente más adulta, se siguen dando hospitalizaciones entre residentes de menos edad, tal y como sucedió este miércoles. «Es verdad que ingresan jóvenes, eso existe y no se puede negar. Yo he tenido hoy dos pacientes de menos de 35 años que han tenido que ser hospitalizados por coronavirus», reconocía un médico de familia. «Se observa en urgencias también, que cada vez acuden más, aunque es cierto que luego si ingresan están pocos días o se recuperan pronto», señalaba otro sanitario.

Mientras algunos creen en su inmunidad al contagio del coronavirus, lo que ya empieza a detectarse en Aragón son pacientes que, tras haber pasado la enfermedad en marzo o en abril, ya no gozan de anticuerpos. Así lo están demostrando algunas serologías realizadas en los hospitales de Zaragoza, donde personas que en teoría estuvieron contagiadas tienen unos resultados en analíticas donde no figuran estos anticuerpos, según ha podido saber este diario.

FALSOS POSITIVOS / Una de las cuestiones que está por investigar en esta enfermedad, entre otras muchas, es saber cuánto dura la inmunidad en un paciente y, por tanto, la protección de sufrir un segundo contagio. En medio de esta incertidumbre también se están detectando estas semanas en algún centro de salud algún falso positivo entre personas que ya superaron la enfermedad hace unos meses. «Mi hijo dio positivo porque se contagió en el trabajo y yo me tuve que hacer la PCR porque había estado en contacto con él. Yo pasé la enfermedad en marzo, pero ahora he vuelto a dar positivo. Me hicieron una serología y ahí vieron que tengo anticuerpos, por lo tanto el positivo de ahora me comentan que lo doy porque arrastro algún resquicio de entonces y soy un falso positivo. No me ha contagiado mi hijo como creía, esto viene de atrás», relata una zaragozana residente en Valdefierro.

«En marzo yo me encontraba mal, con todos los síntomas y mucho cansancio, pero ahora sin embargo he estado perfectamente. Mi marido, por ejemplo, dio negativo y también por eso creemos que yo he sido un falso positivo porque es muy raro que convivamos todos juntos y él no haya dado. Nos aislamos todos perfectamente, pero mi sensación ahora ha sido totalmente de sentir que no me pasaba nada», apunta esta paciente, que reseña que también en su centro de salud «se sorprendieron» al ver que su caso podría estar derivado del mes de marzo. «Es todo muy raro», dice.

Y todavía hay situaciones más extrañas que se están encontrando los médicos de Atención Primaria. «Hay pacientes con PCR positivas que no tienen anticuerpos y, por lo tanto, no han generado inmunidad», asegura un facultativo. Estos, según algunos estudios publicados en los últimos meses por el Ministerio de Sanidad, están referido a personas que pasaron la enfermedad de manera leve o asintomática. «El estudio de los anticuerpos es tan complejo como la enfermedad», reflexionaba este médico de familia.

En lo que respecta a los fallecidos en esta segunda oleada en Aragón, las víctimas son personas de avanzada edad, ya que la mayoría son usuarios de residencias y que están aquejados de otras patologías. El mayor brote residencial ha tenido lugar en Burbáguena, con diez muertes hasta ahora.

460 casos en menores de 24 años en 4 días

En los últimos cuatros días en Aragón, teniendo en cuenta los datos facilitados en el Portal de Transparencia del Gobierno de Aragón, se han detectado 460 casos nuevos de coronavirus en menores de 24 años. La incidencia entre los jóvenes está disparada y se ha visto acrecentada por reuniones de ocio juvenil, pero también por reuniones familiares.

Se estima que más de un 25% de los contagiados que se detectan ahora se han infectado en encuentros o comidas con la familia. Eso conlleva, según confirman varios sanitarios, que se están realizando «muchísimas» PCR a niños muy pequeños presentes en esas reuniones sociales, que también contraen el coronavirus «aunque por lo general son negativos o con apenas síntomas», detallaron.

En los últimos cuatro días en Aragón, atendiendo a las cifras, los casos en personas de menos de 1 año han sido algo más de 20. Además de estos encuentros familiares, actividades como el botellón, pese a estar prohibido, se siguen sucediendo en algunos puntos de la ciudad de Zaragoza como Delicias (ta y como sucedió el pasado fin de semana) y eso supone un foco de contagio