Vestido con uniforme verde oliva del disuelto Ejército de Sadam Husein, el general Jasim Mohamed Saleh llegó ayer a Faluya, ciudad sitiada por los marines norteamericanos desde principios de mes, para ponerse al frente de una fuerza militar que restaure el orden en el principal bastión de la resistencia suní. "Vamos a colaborar todos juntos, con la voluntad de Dios, en beneficio de Faluya", declaró ante una multitud de unos 400 seguidores. Un año después de que Bush declarara el final de las operaciones militares de envergadura, los marines se ven obligados a replegarse del principal feudo de la resistencia y a rehabilitar a un alto oficial de la denostada Guardia Republicana de Sadam Husein.

El repliegue de Faluya, calificado de "reposicionamiento" por los mandos militares norteamericanos, coincidió con el aniversario, hoy, del anuncio realizado por el presidente de EEUU, George Bush, del final de las operaciones militares de envergadura en el país. En tono de justificación, Bush dijo: "Hace un año, dije desde un portaaviones que habíamos logrado un importante objetivo, que era el derrocamiento de Sadam; ahora, un amigo del terror no está ya en el poder y está en prisión".

Pero la entrada triunfante en Faluya del general Jasim Mohamed Saleh tuvo sabor de derrota para los ocupantes de Irak. El militar fue saludado por un millar de personas que agitaban banderas iraquís. Pertenece a una influyente tribu local y, sobre el papel, goza del respeto de los lugareños.

RECHAZO A EEUU "Hemos empezado a formar una nueva fuerza militar para ayudar a las Fuerzas del Cuerpo de Defensa Civil y de la policía a completar la tarea de imponer la seguridad y la estabilidad en Faluya sin necesitar al Ejército de EEUU, al que la gente rechaza", dijo el general, que encabezará una fuerza de 900 soldados y oficiales del disuelto Ejército de Sadam Husein.

La llegada de Jasim Mohamed Saleh siguió a la retirada de sus posiciones de las primeras unidades de marines que rodeaban Faluya desde hacía casi un mes. Durante la mañana, el Primer Batallón del Quinto Regimiento de Marines comenzó a abandonar sus posiciones instaladas en las oficinas y garajes de la zona industrial, al sur y al oeste de la localidad, de mayoría suní.

Sin embargo, se mantenían en el distrito Golán, al norte. En torno a la ciudad seguirá existiendo un anillo de seguridad. Durante la jornada se registraron algunas escaramuzas y dos marines resultaron muertos por un coche bomba en las cercanías.

Esta por ver cuál será la influencia de la nueva fuerza militar sobre los dos millares de resistentes y los 200 extremistas islámicos que se calcula que hay en la ciudad. Los marines conservarán el derecho de patrullar en toda la región de Faluya, según el general de brigada estadounidense Mark Kimmit, pero los ocupantes parecen haber cedido en la exigencia de que les sean entregados los responsables del asesinato de cuatro contratistas de EEUU.