Los otros dos gobiernos, además de España, que formaron la coalición bélica que invadió Irak --EEUU y Reino Unido-- aumentaron ayer las medidas de seguridad en su territorio, y especialmente la de la red ferroviaria, aunque ninguno de los dos ejecutivos elevó el nivel de alerta terrorista. La hipótesis de que realmente Al Qaeda esté detrás de la pesadilla que Madrid vivió el jueves les ha llevado a pensar que quizá ellos sean el siguiente objetivo de los terroristas, como admitió el secretario de Seguridad Nacional de EEUU, Tom Ridge.

En la sede de la ONU, por ejemplo, además de la policía específica que tiene el organismo, ayer se añadió la policía de Nueva York. En el metro y en las calles, la presencia policial era aún mayor que de costumbre. La Casa Blanca, hasta ahora centrada en la seguridad en los aviones --con la controversia vivida las pasadas Navidades por su exigencia de incluir agentes armados en los aparatos--, ha decidido poner especial atención en la red ferroviaria.

El Departamento de Seguridad Nacional ordenó revisar el sistema de seguridad en las vías. El subsecretario Asa Hutchinson, responsable de la seguridad en el transporte y las fronteras, afirmó que el sistema es revisado con regularidad, pero que tras los ataques de Madrid habrá un seguimiento más detallado. El nivel de alerta, sin embargo, se mantiene invariable: actualmente está en el amarillo; es decir, elevado.

POLICIA DE PAISANO En Londres, las autoridades se encuentra desde hace un año en uno de los máximos niveles de alerta terrorista y ayer tampoco la variaron. No obstante, según el vespertino The Evening Standard , Scotland Yard está revisando las medidas de seguridad en lo que pueden ser objetivos potenciales, como trenes y metro. El periódico señalaba que policías de uniforme y de paisano han sido desplegadas en los transportes públicos de la capital.

El sindicato de Transportes y Ferrocarriles británicos solicitó ayer que se refuercen los controles en estaciones y trenes de todo el Reino Unido. Interrogado en Manchester sobre el temor a un posible ataque, el premier , Tony Blair, recordó que hay que mantener una extrema vigilancia "porque todos los grandes países alrededor del mundo hacen frente a la misma amenaza". "Debemos responder y defender nuestro estilo de vida", añadió Blair.

INTERESES ESPAÑOLES El resto de países europeos también reforzaron la seguridad, sobre todo de las instituciones españolas, como embajadas y colegios. Es el caso de Bélgica, Luxemburgo y Alemania, países todos ellos que rechazaron la guerra de Irak.

Al igual que Francia que, según el primer ministro, Jean-Pierre Raffarin, ha impuesto "una vigilancia particular", aunque la colaboración con España en esta materia ya es muy estrecha.

El único que se desmarcó fue Italia. Giuseppe Pisanu, ministro de Interior, dijo que no le parecía "necesario" reforzar la seguridad en general y sólo destacó más policías en la embajada.