Aragón perderá en esta década un 10,8% de la población joven, según las últimas Proyecciones de población a corto plazo publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE). O dicho de otra manera, uno de cada diez jóvenes aragoneses cogerá el hatillo y se irá a hacer las américas. En estos tiempos, más bien las europas, con Alemania como principal foco de atracción. La población que tendrá entre 23 y 44 años de aquí al 2020 --es decir, la que hoy tiene entre 14 y 35-- es actualmente de 349.176 personas, de las cuales, según las estimaciones del INE, 37.574 abandonarán la comunidad con destino al extranjero.

Algo que casa perfectamente con la tendencia que comienza a apreciarse desde el inicio de la crisis, por la cual cada vez más jóvenes están yendo a buscarse la vida al extranjero ante las mejores condiciones económicas de los empleos de alta cualificación. Las tasas de paro entre la población general, pero particularmente en esa horquilla de edad, así como la ausencia de esperanzas de promoción --o al menos de sueldo consecuente con la titulación-- hacen que los aragoneses, como el resto de españoles, vuelvan sus ojos al extranjero, donde sus conocimientos son más valorados económicamente.

PERFILES Las tipologías de esta emigración son variadas, pero en general no parece que el espíritu aventurero o el deseo de conocer otras culturas tengan un peso determinante en la decisión de hacer las maletas. Más bien es el hecho de que en su propia tierra no encuentran lo que creen que merecen, o lo que buscan.

No es una tendencia desconocida en España, aunque hace unas décadas que no ocurría. Lo novedoso es que en esta ocasión la inmensa mayoría de los emigrantes es mano de obra cualificada, lo que no solo compromete el sistema de pensiones por falta de base de la pirámide de edad, sino que hipoteca la pujanza del país en ámbitos como la investigación científica o la ingeniería, en cuyo caso el capital humano se dirige principalmente hacia Alemania.

Las proyecciones del INE reflejan que, pese a la cifra total de emigrantes, cada año se irán menos jóvenes de estas edades en progresión constante. Así, está previsto que este mismo año abandonen Aragón 4.291 personas en la citada horquilla, mientras la estimación para el final del periodo, el 2020, es de 3.361, casi mil menos en diez años.

Sin embargo, lejos de ser una buena noticia, el paulatino descenso del ritmo de esta fuga de cerebros es consecuencia directa de los índices de natalidad. En 21 años, se ha reducido la población de cada generación en más de la mitad, concretamente en un 51%. Es decir, actualmente Aragón tiene empadronados 816.977 residentes de 35 años, por 421.535 de 14.

Las previsiones estadísticas también tienen en cuenta la población inmigrante que llegará a la comunidad. Sin embargo, a tenor de los cálculos, estos datos serían menos fiables, ya que establecen una aportación anual constante en esta franja de edad --de los 23 a los 35-- de 5.233 personas.

CRECIMIENTO Esto supondría de aquí al 2020 la llegada de 52.230 inmigrantes, lo que compensaría la pérdida de población joven e incluso haría ganar residentes de esta edad a la comunidad, concretamente 14.656 personas. Pero según los datos de los últimos años la tendencia es más bien de vuelta de los emigrantes a sus países --si bien no hay cifra oficial al respecto, ya que no tienen que avisar al país que abandondan, sino al que llegan--, o al menos descenso de su llegada. Por tanto, esta predicción no parece muy creíble.