Un informe de los servicios jurídicos del ayuntamiento oscense ha echado por tierra el proyecto de Mildred de ampliar su planta, con el fin de trasladar su centro de Medina del Campo (Valladolid) y concentrar toda su producción nacional en la ciudad. Ello supondría una inversión cercana a los cinco millones de euros y la creación de casi 100 empleos en los próximos años. Esta decisión podría acarrear una preocupante reducción de la producción industrial de Huesca y sería un nuevo revés en un tejido duramente castigado en los últimos meses.

La empresa, que cuenta con 340 trabajadores en Huesca, solicitó hace un tiempo una permuta de terrenos para desarrollar este proyecto. Sin embargo, un primer informe desestimó esta posibilidad al considerar que el ayuntamiento no puede contratar ni realizar operaciones con una compañía sobre la que pesa una suspensión de pagos, que se produjo en 1999. El recurso de Mildred sólo sirvió para que un segundo informe ratificara la decisión del consistorio de forma "contundente", apuntó el concejal de Fomento de Huesca, Luis Felipe.

Sin embargo, el gerente del grupo Mildred, Antonio Ramos, tachó esta situación de "absurda", ya que la empresa convenió con los acreedores para el aplazamiento de la deuda y en estos momentos "estamos duplicando la facturación" y la situación está "normalizada".

CONTENCIOSO Además, añadió que la empresa está preparando un contencioso administrativo contra el ayuntamiento oscense y se cuestionó la existencia de una verdadera voluntad política para desarrollar esta ampliación. De hecho "el propio Ministerio de Economía nos aprobó una subvención del 6% de la inversión", aseguró el gerente del grupo.

Mildred cuenta en estos momentos con una superficie de 20.000 metros cuadrados, de los que 12.000 están construidos, por lo que la permuta se realizaría sobre el terreno que queda libre. Así, la empresa se haría con una parcela contigua, propiedad del consistorio oscense.

El ayuntamiento no parece tener intención de mover ficha, pese a reconocer que la situación de Mildred es buena, pero "una cosa es voluntad política y otra que los cargos públicos estemos sujetos a la ley".

Esta situación ha llevado a la empresa ha llevar a Medina del Campo una pequeña línea de producción, debido a la imposibilidad de ampliar. Algo que no está repercutiendo en el empleo, ya que pese a ello, la demanda de producto "ha llevado consigo nuevas incorporaciones en Huesca", destacó Ramos.

"NOS INTERESA ESTAR EN HUESCA" El gerente de Mildred subrayó a este diario que la estrategia empresarial de la compañía pasa por Huesca, ya que "logísticamente es la ubicación más adecuada". Al respecto, Ramos remarcó que el 70% de la producción nacional (bollería y pastelería) se destina a la exportación.

Asimismo, puso de manifiesto que en los próximos años "esperamos importantes crecimientos tras la crisis sufrida a finales de los 90", a través de "nuevos productos con más valor añadido". En este sentido, dijo que en los próximos años la facturación, que se sitúa en los 50 millones de euros se podría duplicar.

Para ello, agregó Ramos "queremos aprovechar las sinergias que proporciona estar en un mismo lugar", de ahí la intención de la firma de centralizar su producción en Huesca, que en estos momentos alcanza las 22 toneladas al año.

Por ahora, la empresa, que llegó a Huesca en 1992, tiene intención de esperar a la presentación del contencioso administrativo y a su resolución para tomar una decisión sobre su futuro, porque "si no se soluciona esto tendremos que tomarla", concluyó el gerente de Mildred.