La multinacional Schindler no deslocalizará la producción de componentes desde Zaragoza a Eslovaquia por una cuestión meramente económica. El fabricante de ascensores así lo reflejó en la memoria del Expediente de Regulación de Empleo (ERE), en la que argumentó causas tecnológicas, productivas y organizativas para llevar a cabo el ajuste laboral. Pese a ello, llama la atención los buenos resultados cosechados por el grupo suizo en los últimos años, en los que brillan por su ausencia los resultados negativos.

Los datos a los que ha tenido acceso EL PERIÓDICO DE ARAGÓN a través de la memoria del ERE reflejan, por ejemplo, que en el 2017 la compañía obtuvo unos beneficios después de impuestos de 51,1 millones de euros tras facturar 337. Esta cifra fue un 5,3% superior a la registrada en el 2016. Precisamente, ese año la cifra de negocio alcanzó los 321 millones de euros, aunque las ganancias netas fueron más discretas, de 14,7. Sin embargo, un año antes, el 2015 el beneficio neto superó los 100 millones (101,296), aunque en este caso se debió a unos ingresos financieros extra por las participaciones de la sociedad en instrumentos de patrimonio, en empresas del grupo y valores. En definitiva, la multinacional suiza obtuvo ganancias superiores a los 166 millones de euros entre el 2015 y el 2017.

A pesar de ello, la fabricación de componentes de SDS (Schindler Drive Systems) desaparecerá a finales de abril en la planta zaragozana tras el despido de 119 trabajadores, lo que la dejará huérfana de cualquier actividad industrial, según los planes de Schindler. Esta decisión, que la empresa justifica en la pérdida de mercado en el sureste de Europa frente al auge del norte y este del continente, resulta cuando menos chocante, ya que el negocio que movió SDS en el 2019 rondó los 72 millones de francos suizos, lo que al cambio actual supone unos ingresos de 67,3 millones de euros para la multinacional. Y eso en una plantilla integrada por 129 trabajadores, a los que hay que sumar 11 jubilados parciales, según recoge la compañía en la memoria del ajuste de empleo previsto.

PRODUCTIVIDAD

Las cifras que expone la empresa en la justificación del ERE también reflejan el número de empleados y la facturación en cada una de las plantas de producción de la multinacional suiza en el 2019. Y la conclusión es que la factoría de Zaragoza ingresa más por trabajador que la de Eslovaquia. En la factoría de ese país del Este de Europa la proporción es de 0,27 millones por empleado (99 millones de facturación para 365 trabajadores) mientras que en la de Zaragoza alcanza los 0,51 (67,3 millones para una plantilla de 129 personas).

En el caso de las dos fábricas de la compañía en Suiza, la proporción es de 0,42 y 0,64 millones, en este último caso por encima de la de Zaragoza.