Una vez más, las inversiones del Ministerio de Fomento anuncian planes que en Aragón se reciben con escepticismo. Los fondos con los que previsiblemente se terminará en el 2021 el eje entre Lérida y Pamplona se esperan con cansancio, después de décadas de plurianuales retrasados.

El presidente de la Confederación Empresarial Oscense (Cepyme), Carlos Bistuer, está dispuesto a conceder «un voto de confianza» tras los millones que recibirá la provincia. «La experiencia nos dice que las obras no se acaban produciendo, pero esta vez esperamos que sean reales», resumió.

Desde la confederación empresarial consideran que estas intervenciones deben entenderse como inversiones estatales. «Las infraestructuras siempre repercuten en más de una provincia», detalló. De hecho, los empresarios de Huesca ven este posible avance como una oportunidad única para mejorar las comunicaciones con las provincias vecinas.

Por otro lado, el impulso a los trayectos paralizados en la A-21, la A-22 y A-23 supone una revitalización importante de todo el tejido productivo de las zonas que atraviesa. Bistuer detalla que no solo se benefician las grandes contratas, pues muchos aportes repercuten también a través de las subcontradas o en el sector de la hostelería. «Toda la provincia sale beneficiada», consideró.

reducción masiva / La lectura política de las inversiones tiene un perfil más crítico, pero igualmente se espera una pronta solución a las obras demandadas. «Son promesas en papel mojado», afirman desde al Ayuntamiento de Huesca. Los socialistas, que rigen en la ciudad con el apoyo de las confluencias de izquierda, denuncian sobre todos una «reducción masiva» en las partidas que se suma «a la falta de ejecución presupuestaria del 2016». Y ponen como ejemplo en siempre postergado tramo entre Siétamo y la capital.

El secretario general del PSOE provincial, Antonio Cosculluela, afirmó que todas las inversiones en infraestrucuras importantes «se han visto pospuestas una vez más dilatando los plazos». Como ejemplo detalla la situación de la A-22, la N-260, A-21 o el Canfranc, en las que la reducción de media alcanza el 80%.

La cautela está presente en la valoración del diputado de Unidos Podemos, Jorge Luis Bail. Aún asumiendo que algunas partidas han crecido, destacó que el abuso de fondos condicionados en plurianuales restará inversión real en la provincia. «Son unos recortes encubiertos», alertó.

En el PP la valoración es optimista, pero con moderación. La formación autonómica ya ha anunciado que posiblemente presentarán enmiendas para mejorar las cuestiones más olvidadas. Por el momento, destacan que Huesca verá incrementadas sus partidas en infraestructuras y confía en que la salida de la crisis «repercuta en toda la comunidad autónoma».

La diputada popular, Ana Alós, destacó que bastantes obras ya estarán finalizadas «a final de año» y que existen inversiones «mejor tratadas» que en la época socialista.