El sector turístico y comercial de la provincia de Huesca, que ayer se movilizó en Huesca y el valle de Tena, principalmente, emitió un comunicado, firmado por varias asociaciones de empresarios, en el que califican de «insuficientes» las medias aprobadas hasta ahora por la DGA, que incluyen un plan de empleo.

Los afectados de todos los valles y la capital provincial van más allá y solicitan que se estudie un rescate, una figura o declaración similar a la de zona catastrófica, al tiempo que reclaman «ayudas directas e incentivos fiscales y al consumo», unidos a la «permeabilización» del territorio pirenaico y la habilitación de fórmulas, como la adquisición de forfaits, para permitir el paso de esquiadores.

Ayer fue día de protestas del sector turístico por el agravamiento de las restricciones frente al covid y exigir ayudas a los damnificados. Hubo caceroladas en Sallent y Panticosa y, a las 18.30, una concentración en la plaza de Navarra de Huesca, entre otras movilizaciones que continuarán en el día de hoy en puntos como Formigal, entre otros. En la ciudad oscense se leyó un manifiesto en el que se criticó la imposición de un cierre perimetral.

Concentración en Huesca. / SERVICIO ESPECIAL

Un plan de empleo realista

Un plan de empleo realista«Se ha perdido el 40% de la temporada de nieve», lamentó Jesús Gericó, alcalde de Sallent, que pidió un plan de empleo realista que no descargue sobre los ayuntamientos el grueso de las medidas para la absorción del paro generado por la crisis. «Se echa de menos a alguien, en la clase política, que empatice con el mundo de la nieve», afirmó Gericó, que señaló que en su localidad unas 200 personas están desempleadas y sin percibir ayudas.

«Todo esto ocurre porque no hay diálogo con los sectores afectados por parte de la Administración», denunció Carmelo Bosque, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería y Turismo de Huesca. «No tiene sentido reducir el horario de apertura en época de rebajas, se está haciendo un daño enorme al sector comercial», afirmó.

«Esto es una lucha entre quienes tienen asegurado un sueldo a final de mes y los que tenemos que ganárnoslo a pulso cada día con nuestra actividad», señaló Bosque, que al igual que indicó Gericó no ocultó la «importancia de preservar la salud de todos».

El enfado en el Pirineo y en otras zonas turísticas de Huesca ha ido en aumento y se ha disparado con las últimas medidas para tratar de contener la cuarta ola de coronavirus en Aragón.

La temporada de nieve, perdida

La temporada de nieve se ha perdido en gran medida y muchos residentes en los valles pirenaicos protestan contra las medidas que han provocado el cierre de las estaciones de esquí, excepto la de Astún, que resiste con una clientela exclusivamente oscense.

«Aragón debería fijarse en lo que hacen en Sierra Nevada y el Pirineo catalán, pues en esas autonomías han encontrado la manera de compaginar la defensa de la salud y los deportes de invierno», indicó el alcalde de Sallent.

En Huesca, la manifestación de la plaza de Navarra congregó a representantes de comerciantes y hosteleros y a numerosas personas de ambos sectores, desde propietarios de restaurantes a empleados de tiendas y bares. Se juntaron varios centenares de personas.