Koko es una marca conocida en Zaragoza pero desde hace unas semanas pertenece a la firma Flash, empresa alemana con más implantación en ciudades como Madrid, París o Bruselas.

-¿En qué posición ve Zaragoza con respecto al resto de ciudades que conoce?

-Aquí se han otorgado solo dos licencias por dos años con posibilidad a un tercero y se han adjudicado mediante un concurso público. En Madrid hay autorizaciones y ha propiciado que haya más empresas para gestionar y es más problemático controlarlo por el ayuntamiento. Aquí se fijan condiciones de empleo responsable que son positivas también para crear riqueza en la ciudad, que es lo que queremos, y se trabaja en una mayor seguridad.

-¿Esta movilidad es solo una moda o ha llegado para quedarse?

-Ha llegado para quedarse. Un 62% de los trayectos que se realizan en España son de menos de 5 kilómetros y se hacen en coche privado, lo que no tiene mucho sentido para el tráfico o la contaminación. El patinete es solo una forma de movilidad a añadir, pero no será ni la única ni la última. Somos una empresa de movilidad, comenzamos con patinetes pero haremos más.

-¿No perjudica a una bicicleta pública que parece en crisis?

-Creo que son totalmente compatibles, igual que el bus, el taxi o el coche. En una ciudad hay espacio para todo el mundo, solo que son los usuarios los que deciden qué medio usar para cada trayecto que realiza. Lo que está claro es que usar un coche que pesa una tonelada para mover a una sola persona no es eficiente y no es el futuro.

-¿Qué umbral de éxito os marcáis en Zaragoza?

-El éxito será que a la gente le encante y lo use. Zaragoza tiene mucho potencial, es una ciudad llana y moderna, con mucha gente joven y mucho carril bici. Es un lugar ideal para la micromovilidad.