El entierro de María de Ávila se celebrará mañana en la más estricta intimidad, mientras que el lunes, 3 de marzo, está previsto que tenga lugar el funeral en la basílica de Santa Engracia de Zaragoza, a partir de las 19 horas.

María de Ávila, que tenía una salud muy frágil desde hace ya un tiempo, murió ayer en torno a las 12.30 horas en su domicilio, acompañada de su hija Lola de Ávila y sus nietas, que estuvieron junto a la artista en sus últimos días.

La ahora fallecida, que vivía en Zaragoza desde hace más de sesenta años, desde que se casara con un ingeniero aragonés en 1948, tenía una única hija, que también se dedica a la danza, y dos nietas, una de ellas con la misma afición que su abuela. La otra nieta de María de Ávila se dedica al mundo de la interpretación.