Aunque reconoce que lleva tantos años en el sector que ya «tiene mecanismos de supervivencia», Chema Fernández (Antípodas Producciones) asegura abiertamente que «es muy difícil ganarse la vida con esto» y eso hace que le cueste «pensar en gente nueva en este sector».

Uno de los principales problemas que ve es que «el público objetivo que dedica su ocio a la cultura es bajísimo con respecto al volumen poblacional» lo que lo complica todo mucho. «En el caso de la música, que es a lo que yo me dedico, los ingresos por conciertos son muy bajos por lo que hay que trabajar mucho más porque no se puede contratar personal», relata Chema Fernández que afirma que «los que estamos en esto es más por inconsciencia y quizá la gente más joven no tiene ese punto porque, al final, es muy difícil vivir de estoy, evidentemente, tiene un nivel de riesgo». A todo ello hay que sumar, «que los votos no están en la cultura por lo que el interés de los gobiernos no ha estado aquí».