Un día después del accidente, Tomás Alegre Grau, el camionero turolense que conducía el vehículo pesado que explotó junto a la carretera N-234, no podía pensar más que en lo sucedido. Salió prácticamente ileso, con unos pocos rasguños, nada si se considera que dos personas perdieron la vida y varias, entre cinco y ocho, resultaron con heridas. "Yo iba conduciendo normalmente --declaró ayer Alegre a la emisora Ser Teruel -- y de repente veo que sale un coche por la izquierda, como a unos 30 metros de mí"."Viré rápidamente a la izquierda para esquivarlo, pero no pude evitar que chocáramos de frente", señaló. "Me salí de la carretera, caí por un terraplén y, en cuanto pude, escapé de la cabina por el parabrisas".Su camión, un Renault con sólo 3 años de antigüedad, "con todos los adelantos en materia de seguridad", estalló 25 minutos más tarde. "No sé muy bien qué pasó ni cómo pasó, porque estaba como aturdido", manifestó. "Sólo recuerdo que se produjo una explosión tremenda y que después no quedaba nada del camión"."Queríamos ayudar"Mariano Ibáñez, concejal del Ayuntamiento de Barracas, fue uno de los heridos por la explosión del camión, que era de tipo bañera , es decir, de caja abierta. Su reacción instintiva, ir al lugar del accidente para echar una mano, fue valerosa, pero puso en peligro su vida."Salimos yo y otro vecino con el coche porque veíamos fuego a lo lejos en la carretera, para ver si podíamos hacer algo", declaró ayer. "Cuando estábamos cerca, nos paramos porque la circulación estaba bloqueada y pensamos que se trataba de un accidente"."Nos fuimos por un camino lateral --agregó--

"Viré rápidamente a la izquierda para esquivarlo, pero no pude evitar que chocáramos de frente""Me salí de la carretera, caí por un terraplén y, en cuanto pude, escapé de la cabina por el parabrisas"

"con todos los adelantos en materia de seguridad""No sé muy bien qué pasó ni cómo pasó, porque estaba como aturdido""Sólo recuerdo que se produjo una explosión tremenda y que después no quedaba nada del camión"

bañera

"Salimos yo y otro vecino con el coche porque veíamos fuego a lo lejos en la carretera, para ver si podíamos hacer algo""Cuando estábamos cerca, nos paramos porque la circulación estaba bloqueada y pensamos que se trataba de un accidente"

"Nos fuimos por un camino lateral y a unos trescientos metros vimos arder el camión y el coche. Al poco vino otro vecino del pueblo, nos pusimos a hablar y estando hablando, estalló"."A mí me tiró al suelo, al otro chico le rompió dos o tres dedos y a mí me chorreaba la sangre por la mano" , afirmó mostrando las vendas que le pusieron en los dedos. "Me llevaron a Sarrión y allí, al verme los oídos, se dieron cuenta de que uno estaba lesionado y de que en el otro tenía unas pequeñas heridas".Ibáñez buscaba las palabras que mejor pudieran expresar el espanto que vivió. "Lo que se vio era igual que las bombas de Hiroshima. No se puede saber cómo ocurrió. Una columna de humo, como de 200 metros, subía al cielo...""Fue terrible, un desastre", repetía ayer el concejal.

"Me llevaron a Sarrión y allí, al verme los oídos, se dieron cuenta de que uno estaba lesionado y de que en el otro tenía unas pequeñas heridas"

"Lo que se vio era igual que las bombas de Hiroshima. No se puede saber cómo ocurrió. Una columna de humo, como de 200 metros, subía al cielo..."

"Fue terrible, un desastre""El martes nací y nacimos todos los que estábamos allí. Todos llorábamos como niños. Fue una cosa que, de verla a contarla, va como del cielo a la tierra"