«Si este verano logramos un gran acuerdo en Aragón, en Madrid también debe ser posible», aseguró ayer el secretario general de Podemos en la comunidad, Nacho Escartín. Hacía referencia al pacto cerrado entre el PSOE, Podemos, el PAR y CHA para investir presidente de la DGA a Javier Lambán, un proceso de diálogo que en su opinión se tiene que repetir tras los complejos resultados electorales del pasado domingo. «No hay excusa que valga», insistió.

El líder de la formación morada consideró que para Aragón «es muy importante que España tenga un gobierno progresista», al señalar todos los inconvenientes que supone mantener en funciones las principales instituciones. Pero no creen que esta investidura se tenga que producir a cambio de nada. «Es necesario que sea un gobierno en el que Podemos influya, participe y esté dentro, pues muchos de los retos colectivos de los aragoneses dependen de la colaboración del gobierno central», indicó.

Escartín reclamó este proceso de diálogo para poder retomar debate paralizados como el pago de la deuda histórica, el desarrollo de las infraestructuras aprobadas y las pendientes o con líneas de trabajo comunes para afrontar la despoblación, el reto climático, combatir las violencias machistas o acabar con la precariedad laboral.

«Sánchez debe reconsidear su posición de este verano y llegar a un acuerdo con Unidas Podemos para desbloquear el país, fortalecer derechos e impulsar políticas al servicio de la gente», explicó el dirigente aragonés.

La formación en la comunidad ha repetido la tendencia descendente de las últimas citas electorales, aunque ha podido retener el escaño de Pablo Echenique, que se presentaba por la provincia de Zaragoza a pesar de dejar por el camino más de 27.000 votos.

«TACTICISMO»

«No queríamos esta repetición electoral, el presidente Pedro Sánchez ha sido muy irresponsable con su tacticismo partidista», dijo Escartín. El domingo la coalición entre Izquierda Unida y Podemos logró únicamente 75.204 votos, lo que supone un 10,79% del total. Un descenso que comparten con buena parte de las opciones de izquierda, algo que no desanima a los morados. «A pesar de ello los números siguen haciendo posible un gobierno de coalición progresista y lo queremos cuanto antes, para acordar una agenda social que ponga en marcha soluciones para los retos de generar empleos de calidad, viviendas dignas, mejor educación y sanidad pública, reto climático y territorial, igualdad, entre otros», destacó.

La irrupción de Teruel Existe perjudicó bastante las opciones de Unidas Podemos. La noche electoral perdieron algo más de 4.000 votos respecto a los comicios de hace seis meses.