La crisis ha convertido a los ancianos con pensión casi en una clase económica privilegiada. El sociólogo Pau Marí-Klose señala el escaso efecto de redistribución de la riqueza de las pensiones, ya que los que tuvieron una mayor economía tienen una mayor pensión, y los que menos tenían, inferior. El sociólogo aboga por que se revisen algunas pensiones de viudedad de quien no las necesita. Sales presenta la otra cara de la moneda, los familiares que dependen del jubilado. Si muere este, se quedan sin pensión y a veces hasta sin piso.