España alcanzó el año pasado el récord de 46,9 millones de habitantes gracias a la llegada de inmigrantes, que compensaron la caída de la natalidad. Según los datos publicados ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE), a 1 de enero del 2019 residían en España 46.934.632 personas, la cifra más alta registrada desde que en el 2012 se alcanzó el que hasta ahora era el valor histórico más alto, con algo más de 46,8 millones de habitantes.

La inmigración parece, por el momento, la única solución a la incesante caída de la natalidad en España, que en la última década se ha desplomado un 30%, consolidando la crisis demográfica que año tras año convierte a España en un país más viejo.

Como ocurre desde el 2016, el crecimiento de la población solo se sustenta en la llegada de extranjeros ante la incapacidad de los distintos gobiernos de implementar medidas de igualdad, conciliación e impulso a la maternidad que mejore su tasa de natalidad.

Así, la llegada de inmigrantes a España en el 2018 compensó el aumento de las defunciones y la caída de la natalidad e hizo que se registrase el mayor aumento poblacional desde el 2008 (276.186 personas más), lo que situó la población española en 46,93 millones de habitantes.

Según los datos del INE, el 2018 batió el récord en crecimiento de población que ostentaba el 2008, año en el que aumentó en 570.333 personas, aunque advierte de que ese es el primer año de la serie histórica en términos homogéneos.

El alza del pasado año fue consecuencia de un saldo migratorio positivo de 333.672 personas (hubo 643.037 llegadas procedentes del extranjero y 309.365 salidas) que compensó el saldo vegetativo negativo de 56.262 personas (367.374 nacimientos, frente a 423.636 defunciones).

La llegada de extranjeros es la mayor desde el 2008 (en el 2004 y el 2005 las cifras fueron mayores pero no se pueden comparar) y que la salida de población es la menor. Con un crecimiento del 20,8% en el primer caso respecto al año anterior y una caída del 16,1% en el segundo.

En términos relativos, el crecimiento anual de la población se ha duplicado desde el 0,28% del 2017 al 0,59 % del 2018.

El 2018 se ha convertido en el tercer año de crecimiento ininterrumpido de la población española, que aumentó en 86.940 personas en el 2016 y en 131.408 en el 2017, tras cuatro años consecutivos de caídas (2012 -con 90.326 ciudadanos menos-, 2013 con 215.691, 2014, con 62.634 y 2015 con 9.466 habitantes menos).