La ausencia de respuesta oficial a la pregunta de quién lo hizo no impidió ayer a los españoles dar una respuesta histórica a una masacre sin precedentes. Millones de ciudadanos desafiaron al miedo y la lluvia y salieron a las calles de todas las poblaciones para acompañar en el dolor a las familias de los 199 muertos y los 1.453 heridos. Los itinerarios previstos se quedaron pequeños. La variedad de las consignas y de las pancartas puso de manifiesto la confusión de la ciudadanía ante la falta de un culpable claro al que atribuir la matanza.

El grito de guerra más coreado en la manifestación de Madrid --la más numerosa de la historia, con más de dos millones de personas-- fue: "¿Quién ha sido?" La pregunta, dirigida al Gobierno, estuvo acompañada por pitidos al presidente, José María Aznar, y a otros representantes gubernamentales. A pesar de la tensión, no hubo más incidentes que las protestas de los ciudadanos que no podían acceder al grueso de la marcha por la gran afluencia.

LA FAMILIA REAL SE MANIFIESTA Un total de 11 millones de personas, según cifras oficiales, respondieron al horror en las calles de toda España. En Barcelona, el ayuntamiento también dio cifras históricas: hasta un millón y medio de manifestantes se solidarizaron con Madrid.

Por primera vez en la democracia, el príncipe Felipe y las infantas, Elena y Cristina, se unieron a los manifestantes. Numerosos representantes de gobiernos extranjeros desfilaron en primera línea con el Ejecutivo español, los expresidentes de la democracia y los principales líderes políticos y sindicales.

Sólo una hora antes de la cita oficial fijada para la protesta, el ministro del Interior, Angel Acebes, convocó a la prensa. Fue para dar el último balance de víctimas y para dar detalles de la investigación que trata de esclarecer la autoría del atentado.

El saldo del terror elevó ayer a 199 el número de personas muertas. De los 1.453 heridos, 279 permanecían aún hospitalizados. De ellos, 18 estaban en estado crítico; 38, muy graves; y 140, graves. La mayoría de las familias de los 146 fallecidos identificados optaron por llevarse sus restos del tanatorio gigante improvisado en la feria de muestras de Madrid. A última hora de ayer, sólo 53 cuerpos todavía no tenían nombre.

ETA SE EXCULPA Acebes sostuvo una vez más que ETA es la principal sospechosa para el Gobierno, a pesar de los indicios que tiene la policía, que apuntan al terrorismo islamista. El anuncio inmediato de ETA de que emitiría un comunicado para desmentir su autoría alimentó las dudas sobre la versión del ministro.

La banda terrorista utilizó el mismo portavoz que el día 28 de febrero anunció la tregua para Cataluña. Lo hizo para dar más credibilidad a su desmentido. ETA dejó claro que no tiene "ninguna responsabilidad sobre los atentados de Madrid". A pesar de las cautelas de ETA, sólo Batasuna dio "total credibilidad" a su comunicado. El Gobierno se apresuró a restar crédito a los etarras. Por la mañana, Aznar ya insistió en que no concedería "ni el beneficio de la duda" a los terroristas vascos.

El PSOE trató de mantener las formas en todo momento. Aunque sus dirigentes están convencidos "al 90%" de que Al Qaeda fue quien puso las bombas, Jesús Caldera sólo señaló que, "para desgracia de todos, normalmente ETA no miente".

La tesis del ministro fue la misma que defendió por la mañana el presidente del Gobierno. En una comparecencia en el palacio de la Moncloa, un Aznar visiblemente molesto exigió a quienes le preguntaban que aclararan qué razones podrían con-

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