El año en que se hizo oficial el fin de la recesión en España y la mejora de todos los datos macroeconómicos, la destrucción de empleo continuó por sexto año consecutivo y el número de trabajadores en activo regresó al 2008, el año del estallido de la crisis.

En el 2013 no se ha cumplido el pronóstico, casi la certeza, de Luis de Guindos, ministro de Economía, que confió en que habría creación de empleo neto en el último trimestre. La bajada del paro no compensa el empleo destruido y el que se ha creado es temporal o a tiempo parcial. Las familias, por tanto, no se están beneficiando --en algunos casos, todo lo contrario-- el cambio de ciclo del que habla el Gobierno.

CONTRADICCIONES La encuesta de población activa (EPA) que cada trimestre realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) y que sirve de referencia para Europa, constató que la mejora de los grandes datos --PIB, exportaciones, deuda-- no ha llegado al mercado laboral. Las estadísticas mostraron al mismo tiempo varios datos aparentemente contradictorios: el paro bajó en los doce últimos meses en 69.100 personas pero se han perdido 198.000 empleos, con una tasa de variación anual que es la menos negativa desde el 2008.

Además, en un año ha disminuido la población activa, es decir, el número de personas que están en disposición de trabajar, en 267.900 personas y queda en 22,654 millones de personas. La tasa de actividad se ha reducido hasta cerca del 60% y es la más baja desde comienzos del 2008.

La mejoría de la que habló ayer el Gobierno al haber menos parados que a finales del 2012 es indudable porque, segun demuestra la estadística, se ha frenado todo, y la foto del 2013 muestra unos porcentajes más pequeños que los de hace un año en un mercado laboral anémico.

SUBE LA TASA La única tasa que ha subido es precisamente la de desempleo, que sube cinco centésimas, hasta el 26,03%. Y esto es así, pese a que hay menos parados, por varias razones: cada vez hay menos personas con expectativas de trabajar, hay más jóvenes que se mantienen en los estudios y no pasan a estar esperando que les ofrezcan una ocupación y cada día ha aumentado el número de trabajadores cualificados que han tenido que emigrar. En el caso de los jóvenes, los menores de 25 años son los que han contribuido exclusivamente al descenso del paro.

La destrucción de empleo al ralentí no oculta la precarización del mercado laboral. La pérdida se ha producido sobre todo entre los contratos indefinidos, mientras que ha aumentado el trabajo a tiempo parcial.