La recuperación económica se ve de forma muy diferente en la Moncloa y en la calle. La hoja de ruta de la economía española diseñada por el Gobierno de Mariano Rajoy, que saca pecho con el fin de la crisis, recibió ayer un varapalo en las manifestaciones del Primero de Mayo. Decenas de miles de personas secundaron la convocatoria de los sindicatos para plantar cara a lo que consideran una campaña de propaganda y exigir una nueva política económica que impulse una verdadera recuperación económica que llegue a la calle mediante una reducción del desempleo y de la precariedad laboral.

La recuperación de palacio, que lleva a los ministros de Rajoy a decir que España encabeza la reducción del paro, se convirtió en un bumerán al ser utilizada por los líderes sindicales como un arma arrojadiza contra la política de austeridad dictada por la Comisión Europea, el FMI y el BCE y aplicada de forma estricta en España.

Para CCOO y UGT, no se puede hablar de recuperación económica mientras no exista creación de empleo. Los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), que indican la destrucción de 184.600 puestos de trabajo en el primer trimestre de este año y una tasa de paro del 25,93%, junto con las previsiones del Ejecutivo de que el desempleo solo bajará hasta el 19,8% en el 2017 pusieron en bandeja la ofensiva sindical.

Los sindicatos también basaron sus críticas a la recuperación virtual en la asistencia a las manifestaciones de una amplia representación de trabajadores que han sufrido despidos o rebajas salariales considerables en decenas de empresas y en algunos de los sectores más castigados por los recortes públicos, entre los que había profesores, sanitarios y bomberos, entre otros colectivos.

El lema elegido por CCOO y UGT para la mayoría de las más de 70 manifestaciones del Primero de Mayo no dejaba dudas del mensaje: Sin empleo de calidad no hay recuperación. En toda España se manifestaron más de 600.000 personas, según los sindicatos.

70 MANIFESTACIONES "Nosotros apostamos por la recuperación, somos los primeros interesados en ella, pero hay que distinguir la recuperación de los tambores y fanfarrias de la recuperación", aseguró el secretario general de UGT, Cándido Méndez, en la manifestación central celebrada este año en Bilbao.

El líder de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, cargó contra la "la cantinela de la recuperación". "Hay 27 millones de personas desempleadas en Europa, de las que seis están en España, que no la perciben, que no han superado la crisis", afirmó antes de preguntarse: ñ¿De qué recuperación hablamos cuando se sigue despidiendo a la gente, cuando hay gente sin prestaciones sociales, sin pensiones?".

Para Toxo, la reactivación económica anunciada por Rajoy y sus ministros es una "inmensa operación de propaganda para elevar las maltrechas expectativas electorales de los partidos que gobiernan". Alertó de que, a pesar de algunos gestos aparentemente conciliadores, el Ejecutivo volverá "a las andadas" tras las elecciones europeas del día 25. Para evitar la continuidad de los recortes presupuestarios, los sindicatos plantearon la misma receta en todas manifestaciones: un voto de castigo a la austeridad en los comicios al Parlamento Europeo. "Los trabajadores tenemos una oportunidad, el día 25 de mayo, de ir a votar masivamente para cambiar las políticas europeas y apostar porque acaben los recortes económicos y de derechos sociales", señalaron los responsables sindicales. Para lograr ese objetivo, pidieron abiertamente el voto para los partidos que defiendan un giro social y económico en sus programas electorales.

El correctivo en las elecciones europeas que los sindicatos quieren dar a los partidos que aplican la austeridad es solo el principio de la escalada de presión.