A sus 43 años, Fernando necesita de una muleta para caminar. Un accidente de coche le provocó una lesión en la rodilla y su única "vía de salida" es la operación. "Llevo más de 100 días esperando para que me implanten una prótesis. El dolor es insoportable a veces y no puedo hacer cosas cotidianas como caminar, agacharme o subir escaleras. Incluso a veces, al dormir, tengo molestias", dice.

Optó por solicitar una intervención quirúrgica "para mejorar la calidad de vida", pero ahora asegura que "si lo llego a saber, habría ahorrado como hubiera podido para operarme fuera", dice. "No tengo nada en contra de la sanidad pública, siempre me han atendido fenomenal, pero esto es una vergüenza y la DGA debería mirárselo, porque esto no puede ser normal", asegura.

Fernando considera que su situación "es suave" comparada con otros casos. "Conozco a gente que lleva más de un año y medio para ser operado. Yo me quejo de lo mío, porque por supuesto que me duele y no aguanto más, pero hay gente peor. ¿Cómo se puede consentir eso en un estado de derecho?", se pregunta.