Esquerra Republicana optó ayer por posponer hasta hoy cualquier posible decisión sobre el futuro político de Josep Lluís Carod-Rovira, en una intensa jornada de reuniones en las que los republicanos debatieron si Josep Bargalló u otro dirigente del partido debe ocupar el cargo de conseller en cap que dejó vacante su secretario general tras trascender su reunión con ETA.

Tras la tormenta política provocada por el anuncio de ETA de una tregua circunscrita sólo a Cataluña, la dirección de ERC anunció anoche, al término de una reunión de más de una hora y media, su intención de "dar por cerrada" la nueva crisis sin haber tomado "ninguna decisión concreta". No obstante, el portavoz de la formación, Joan Ridao, reconoció que "los hechos son muy dinámicos" y que las decisiones podrían replantearse en las próximas horas, con lo que dejó la puerta abierta a que el exconseller en cap presente hoy su renuncia a volver al tripartito, como espera de él Pasqual Maragall.

Uno de los participantes en la reunión de la dirección de Esquerra explicó que Carod había manifestado "su deseo de no ser un estorbo" --una alusión indirecta a su posible renuncia-- pero que la dirección había rechazado tomar una determinación sobre esta cuestión para "no adoptar ninguna decisión en caliente".

Ridao explicó que la dirección de su partido se había limitado a mantener una reunión "deliberativa" sobre los efectos causados por el anuncio de ETA y que no había abordado "formalmente" la posibilidad de una renuncia de Carod. "Ninguno de nuestros socios de gobierno nos ha reclamado nada y nuestra intención es dar el episodio por cerrado", insistió Ridao.

En privado, no obstante, algunos dirigentes republicanos reconocieron su malestar con la forma en que Carod-Rovira ha gestionado toda la crisis abierta por su entrevista con ETA y reconocieron la necesidad de alcanzar "alguna solución". Otros miembros de ERC opinaron que el partido ya pagó un precio suficiente con la salida de Carod del Govern cuando trascendió su reunión con ETA, que además vino acompañada por la pérdida de algunas competencias en favor de Pasqual Maragall. "No se puede pagar la culpa dos veces", opinaron estas fuentes.

Públicamente, la dirección de Esquerra se limitó a apoyar y asumir el contenido del comunicado leído horas antes por el propio Carod, en el que éste negaba haber pactado con ETA una tregua, haber negociado con la banda o haber llegado a cualquier otro tipo de acuerdo. En su alocución, Carod eludió utilizar la primera persona al referirse a su entrevista con la banda y prefirió adjudicarla genéricamente a ERC, a pesar de que su partido no tuvo conocimiento de la reunión hasta que fue filtrada por la prensa.

El secretario general republicano subrayó que "el independentismo pacífico, político y democrático de ERC es y representa todo lo contrario de aquello que groseramente dice defender ETA", y remarcó que se siente "plenamente solidario" con todas las víctimas y amenazados por el terrorismo y sus familias.