El imparable avance de internet llevó aparejado desde el primer momento su uso para actividades delictivas, pero en los últimos años las estafas denunciadas en Aragón, la inmensa mayoría a través de la red, están batiendo records año tras año y creciendo a un ritmo exponencial. En el 2018 alcanzaron las 6.644, lo que supone que cada mes se producen más de 550.

La cifra supone un notable incremento respecto a la del año anterior, cuando hubo 4.803 casos denunciados, pero entonces ya habían crecido en 1.000 en un solo año, ya que en el 2016 fueron 3.813. El crecimiento lleva acelerándose desde el 2013, en paralelo al crecimiento económico, y los registros del año pasado son de casi el triple de los que se daban entonces, 2.379. Hace solo seis años.

Las cifras, del Ministerio del Interior, no responden solo a las estafas cometidas por internet, pero fuentes policiales afirmaron que estas suponen el grueso de las investigaciones, porque las más tradicionales, aunque perviven, no son tan masivas ni experimentan un crecimiento notable. Algunas están más bien de capa caída, como las tradicionales del tocomocho o la estampita.

BAJO ESCLARECIMIENTO

A nivel general, las estafas son uno de los delitos que menos se logran esclarecer. Con unas tasas globales de resolución en las fuerzas de seguridad que superan el 50% de los casos, según las cifras oficiales, en las estafas la cifra ronda más bien el 25%, y en realidad rara vez se alcanza este cuarto de los casos esclarecidos.

Así sucedió, por ejemplo, en el 2017, los últimos datos disponibles sobre resolución, cuando se esclarecieron 1.055 de los 4.803 casos conocidos, o en el 2015, con 836 de los 3.685. El 2016 fue un ejercicio especialmente productivo para las Fuerzas de Seguridad, que solventó un 26%, 1.017 de los 3.813 denunciados.

La explicación a esta eficacia menor que en otros ámbitos es precisamente el uso de internet como herramienta, y el carácter global de la red. Como explican fuentes del grupo de Delitos Tecnológicos de la Policía Nacional en Zaragoza, la delincuencia supranacional «conlleva que los autores y los instrumentos del delito (cuentas bancarias y páginas web) se ubiquen en diferentes países, lo que dificulta muchísimo la investigación. Se hace necesario recurrir a los mecanismos de coordinación internacional policiales y judiciales, que restan inmediatez y eficacia a la actuación policial», afirmaron.

Y esto, cuando existen estos mecanismos de cooperación, ya que con algunos países no hay ninguna colaboración investigadora y se hace prácticamente imposible localizar a los responsables.

Esto no significa que los investigadores estén ociosos y, de hecho, las cifras de detenidos por estafa son bastante elevadas, teniendo en cuenta que, al cometerse por internet y a menudo en forma de envíos masivos, un solo individuo o red puede cometer cientos de ellos. En el 2017, por ejemplo, fueron arrestadas 368 personas por los 1.055 delitos resueltos, y la cifra aumenta a casi 1.800 en cinco años.

PREVENCIÓN

Ante las dificultades del trabajo policial, la receta para evitar estos engaños pasa más por la precaución del usuario y el sentido común. Poco se puede hacer contra un pirateo que suponga un robo masivo de datos (habitualmente vendidos luego a través de la internet profunda), pero sí se puede dificultar la tarea de los estafadores poniendo más celo a la custodia de la información personal.

Por ejemplo, explicaba una investigadora de estos delitos, al dar nuestro carnet de identidad con fotografía para cualquier gestión, como una reserva de hotel, en la que no deberíamos, propiciamos que un delincuente se pueda hacer pasar por nosotros a todos los efectos en la red.